El nuevo director general de Política e Industrias Culturales fue director de Relaciones Institucionales de la SGAE

En el último Consejo de Ministros se aprobó, a propuesta de la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, el nombramiento del leonés Santos Castro Fernández como nuevo director general de Política e Industrias Culturales, sustituyendo en el cargo al polémico Guillermo del Corral Van Damme (en la foto), quien ha abandonado su puesto para trasladarse a Estados Unidos, donde trabajará como consejero cultural en la Embajada española en Washington.

Su sustituto ya conoce el asunto que tanto preocupa a Sinde y Zapatero, ya que ha pasado por la SGAE. Santos Castro, era en la actualidad director general de Relaciones Institucionales del Ministerio de Defensa y pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Dentro de la Administración del Estado ha desempeñado diversos cargos, entre ellos: secretario general del Instituto Nacional de Industria (1983-1989), secretario general técnico del Ministerio de Defensa (1990-1993) y subsecretario del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación (1993-1996).

Además, también ha sido subdirector para Europa de la FAO (1997-1998), director de Relaciones Institucionales de la Sociedad General de Autores y Editores (2001-2004), y director general de Reclutamiento y Enseñanza Militar (2004-2006).

Guillermo del Corral es el segundo alto cargo de Sinde que es recibido en EE.UU, negociando su incorporación en los dos casos, antes de abandonar el cargo. No era fácil buscar un sustituto del perfil duro de Guillermo del Corral, pero Sinde se ha superado. Abandona su puesto el Director-General que no tuvo reparos en defender más subvenciones cuando España ya estaba inmersa en un caos deficitario sin parangón y fuertemente afectada por una crisis social, cifras de desempleo, sin precedentes. Su “mano de hierro” (alzada en la foto) es recordada por los negociadores del Manifiesto.

El sustituto de Guillermo del Corral, Santos Castro, era Secretario General Técnico del Ministerio de Defensa en pleno escándalo de las escuchas del CESID.

Foto | Jesús Encinar

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