El ex director general de la Coalición de Creadores, Joan Navarro, que calificó a los contrarios a la Ley Sinde como cuatro tuiteros, logrando un gran éxito de audiencia (Trending Topic), se convierte hoy en tribuno del diario El País para arremeter contra el presidente del gobierno, todavía en funciones, por no aprobar el reglamento de la Ley Sinde:
El segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero no pasará a la historia como un ejemplo de convicciones (...) Sin convicciones siempre hay un viento que sopla más fuerte. (...) El Gobierno, en este tema, ha actuado sin sentido de Estado, dando bandazos
Poco después se pregunta: “¿de verdad un partido de Gobierno piensa que puede algún día ir de la mano de personas cuyas convicciones demócratas son del tipo “no les votes”?”. Es aquí donde el personaje, que sabe perfectamente que la iniciativa NoLesVotes defiende y pide el voto, pero a otras opciones que no sean las de los “mil” casos de corrupción y el apoyo a la Ley Sinde, vuelve a cruzar con descaro el límite moral y del decoro al que hacía referencia el abogado David Bravo:
La primera y última vez que hablé con Joan Navarro, por entonces director general de la Coalición de Creadores, fue en un debate en la radio. Aunque yo ya había debatido con Teddy Bautista, José Neri y Pedro Farré, que no son precisamente el trío más simpático que tiene SGAE, sería este debate el que más frustración me causaría. Siempre pensé que, pese a las triquiñuelas habituales, había un límite moral y de decoro que nadie podía traspasar. Aquél día se cruzó.
Joan Navarro, acaba su tribuna con una sutil advertencia a Rajoy, nuevo objetivo del lobby de la embajada, que no es la primera vez que amenaza (y tumba a un presidente):
Son muchas las “patatas calientes” que Rajoy se encuentra “sobre la mesa”. Roosevelt acuñó el concepto de los 100 primeros días como el tiempo del que disponía un Gobierno para tomar medidas de calado, como él mismo hizo para hacer frente a la Gran Depresión de los años treinta. No sé si Rajoy tendrá tanto tiempo.
Foto | hacktivistas
Vía | El País