El nuevo director de la CIA, Leon Panetta, había advertido, antes del asalto a la web del Senado, que un ataque cibernético a gran escala podría acabar con el poder, las finanzas, la seguridad y los sistemas de gobierno que conocemos. Apocalipsis Now.
Será, dijo, el próximo Pearl Harbor. “Probablemente afectará a nuestros sistemas de energía y los paralizará”, explicó Panetta a unos atemorizados congresistas a los que quiso dejar claro que “tenemos que ser agresivos para contrarrestar esto. Vamos a tomar medidas preventivas, así como medidas agresivas para lidiar con ello”.
Respecto al ataque al Senado que ha lanzado el grupo LulzSec la responsable de seguridad de la Cámara alta ha explicado que “aunque esta intrusión es inconveniente, no ha puesto en peligro la seguridad de nuestra red ni a los legisladores o su personal”. Pero la verdad es que LulzSec ha conseguido ‘hackear’ su red informática en “un pequeño acto de guerra”, tal y como explican ellos irónicamente en su web.
John Bumgarner de Cyber Consequences Unit, no es tan optimista como los responsables de seguridad del Senado. “Después de mirar los datos publicados en Internet tengo que decir que es probable que también se hayan hecho con nombres de usuario y contraseñas”.
Ciertos signos de la celebración sugieren que “hay algo más”, según creen conocedores del proceder de LulzSec. Lo que se desconoce es si este grupo podría ayudar a la CIA a encontrar el dinero desaparecido que los senadores (algunos) y los ciudadanos estadounidenses reclaman.
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