Se acabó el imperio del .com, el .net y el .org, ya que el ICANN ha decidido abrir la veda, y hasta el 12 de abril será posible registrar dominios del nivel top con extensiones libres, para que cada uno pueda elegir la que mejor le vaya. Pero ojo, que el registro no estará al alcance de cualquiera. Sólo presentar la candidatura ya cuesta unos 185.000 dólares, y mantener el dominio supondrá desembolsar otros 25.000 dólares anuales.
En el ICANN, como son una entidad sin ánimo de lucro, han vendido la iniciativa como un gran invento, ya que el libre registro permite que el propietario del dominio tenga un mayor control y una mejor capacidad de involucrar a toda su comunidad, y además la nueva codificación abre la puerta a nuevos modelos de negocio y servicios en internet, a la vez que permite un mejor aprovechamiento en el campo del marketing.
Hace como un mes que flota este asunto en el ambiente, y de hecho la dominio .xxx era el preludio de lo que ha ocurrido ahora. Mientras tanto, las grandes empresas han dicho que no lo ven nada claro, que con tanto dominio se allana el camino para el fraude en internet, problemas de phising incluido, y que la broma les va a salir por un ojo de la cara si necesitan registrar, además del .com, cualquier otro dominio que se le pueda ocurrir al delincuente digital de turno, por mucho que en el ICANN haya que acreditar la razón del registro.
Una cosa está clara: cuantas más variables haya que controlar, menor será el control que se ejerza sobre ellas. Y eso, cuando hablamos de dar posibilidades a las suplantaciones, es mal asunto, por mucho dinero que mueva para algunos.
Vía | The Inquirer Más información | ICANN En Nación Red | El Vaticano compra vatican.xxx