El Director General de la Policía, Ignacio Cosidó, ha presentado "Red Azul", un plan integral de colaboración con las empresas de Seguridad Privada que pretende (ojo al dato) compartir las bases de datos policiales con el sector privado.
El aporte y tipo de información a suministrar al sector privado, explica el gobierno, "estará en función de la eficacia y compromiso de la colaboración alcanzada, y dependiendo de ese compromiso podrá suministrar y recibir información referida a la comunicación de incidencias y alertas de seguridad, acontecimientos especiales, ejecución de planes, personas detenidas, identificadas o buscadas, objetos o vehículos sospechosos o sustraídos, modalidades delictivas, evolución de la criminalidad, informes de situación, boletines informativos, comprobación de datos y antecedentes, y otros de similar naturaleza que puedan redundar en beneficio de la seguridad pública". En 2010 todavía se mantenían en la base de datos de la Policía española los antecedentes penales de los represaliados por la dictadura franquista, lo cuentas en Laponia y no se lo creen.
Según la Dirección General de Policía "la eliminación de barreras ha permitido una mejor circulación de bienes, de personas, de moneda... pero nos enfrentamos también a flujos negativos, amenazas globales a las que debemos de hacer frente todos juntos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y el personal de la seguridad privada".
No sabemos si también sería bueno compartir con la sociedad y el parlamento los datos de aquellos policías que trabajaron en el grupo de estudiantes de la Brigada Política Social (de la dictadura) a las órdenes de Benjamín Solsona, El galletas. Por su afición a repartir galletas. No sea que algunas tácticas para dar con el enemigo sean tan repugnantes como las de entonces.
¿Qué datos va a compartir la Red Azul de Ignacio Cosidó con Levantina de Seguridad?
IKEA Francia llegó a un acuerdo económico con una empresa privada de seguridad (Sûreté International) para consultar sobre la vida privada de empleados y clientes en los archivos de la policía, según revela el semanario Le Canard Enchaîné