Perseguir a los que hacen uso de las redes privadas virtuales (VPN) para conectarse libremente a internet es algo consustancial a un régimen opresor que se ha embarcado en la creación de su propio "internet doméstico" y "limpio" para proteger la seguridad nacional y la moralidad de la sociedad.
La noticia (o chiste tétrico) es que el Gobierno de Irán ha anunciado que ofrecerá su propia "VPN oficial y legal" a instituciones (políticas, científicas y académicas) y a "empresas" para que algunos elegidos, previamente registrados, puedan seguir accediendo a internet. La otra cara de la noticia es que el resto de usuarios de VPNs - las que no puedan ser bloqueadas - serán perseguidos con más determinación que nunca.
El anuncio coincide con el nombramiento de un nuevo ministro de Comunicaciones y Tecnología, el general Mohamad Hasan Nami, un tipo curtido en los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria. Antes de su nombramiento, explicó que había trabajado en el proyecto de Internet local (Intranet) y en la versión casera de Google Earth. Un inquietante militar obsesionado con la ciberseguridad y los peligros de internet.
En Nación Red | Irán se suma a la 'desconexión por barrios' de internet