El gobierno de Estados Unidos quiere bloquear la compra de T-Mobile por parte de AT&T. Para ello, ha presentado una demanda antimonopolio alegando que el acuerdo “dañaría sustancialmente la competencia” en el mercado de las telecomunicaciones móviles. Como consecuencia directa, las acciones de AT&T han caído un 5%.
“La eliminación de T-Mobile como rival independiente y de bajos precios por parte de AT&T significaría la supresión de la fuerza competitiva del mercado”, afirman los representantes del gobierno en la demanda. En dicha queja, Estados Unidos pretende que se establezca una declaración formal de que la compra de T-Mobile por AT&T viola las leyes antimonopolio del país. Asimismo, el gobierno también ha pedido que se bloqueen acuerdos alternativos.
Además, en caso de que la demanda antimonopolio sea aprobada, AT&T tendría que pagar a T-Mobile 3.000 millones de dólares en efectivo, facilitar una parte del espectro inalámbrico y dar descuentos de hasta 7.000 millones de dólares en el uso de las redes de telefonía móvil, asegura Bloomberg.
Ninguna de las partes involucradas ha hecho declaraciones por el momento. Philipp Schindera, portavoz de Deutsche Telekom, propietaria de T-Mobile, no ha querido comentar de forma inmediata la demanda del gobierno norteamericano. Jessica Smith, portavoz del Departamento de Justicia, tampoco ha querida hacer declaraciones al respecto. Michael Balmoris, portavoz de AT&T, también ha rechazado contestar correos electrónicos y llamadas.
Si AT&T comprara T-Mobile pasaría a ser la primera compañía de Estados Unidos en el mercado de las telecomunicaciones móviles. En este momento, AT&T es la segunda empresa del sector y T-Mobile está en cuarto lugar. De esta manera, si el acuerdo prosperara, los principales perjudicados serían Verizon, el actual número uno del país, y Sprint, que ocupa la tercera posición por detrás de AT&T.
Algunos legisladores estadounidenses afirman que el acuerdo reduciría la competencia y aumentaría los precios de cara a los consumidores. Sin embargo, AT&T sostiene lo contrario y afirma que la compra de T-Mobile resultará en una rebaja de los precios. Por el momento, las acciones de AT&T han caído un 5%, y las de T-Mobile, un 6,4%. Por su parte, las acciones de Sprint han subido casi un 10%.
Vía | Bloomberg