A la caza de LeakyMails y sus espejos ha salido la justicia y el gobierno de Argentina por revelar secretos políticos y militares. Curiosamente el "servicio secreto" argentino dice que no tiene nada que ver con "esos documentos secretos". No puede decir otra cosa pues revelar que tiene acceso al correo electrónico de artistas, periodistas, diplomáticos y todos los líderes políticos, sociales o religiosos argentinos (ciudad a ciudad y barrio a barrio) no sería inteligente.
Tampoco parece que lo sea bloquear cientos de dominios al banear una dirección IP (216.239.32.21) a la cual "apuntan" algunos dominios de LeakyMails pero también de otros sitios que quedaron bloqueados al impedirse el acceso a la IP, que corresponde a un servidor de Google con múltiples sitios. Hasta ahora la caza en la red de LeakyMails se ha saldado con un fracaso.
Los de LeakyMails tienen 8 millones de correos electrónicos y casi 6 millones de archivos (fotos, escuchas telefónicas, vídeos) listos para ser subidos a la red. Dicen que nada les detendrá para demostrar "cómo la libertad ha desaparecido de la Argentina".
Porque aquí todo mundo es vigilado y fotografiado. Sin importar las personas sean de "derecha", de "izquierda", civiles, militares, judíos, musulmanes, católicos, masones o protestantes. Puntualmente, este gobierno ha utilizado - y continúa haciéndolo - a los servicios de Inteligencia, con la asistencia de jueces corruptos, y con el objetivo de dar forma a la más grande violación de derechos privados en la historia de nuestro país.
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