Ahí está el explosivo cartel, por lo que reclama, que desencadenó la brutal carga policial contra 'indignados' y periodistas en defensa del búnker donde se esconde Antonio Camacho, ministro del Interior. Nadie que haya seguido la trayectoria del dos de Rubalcaba se sorprenderá de las órdenes especiales que para proteger el búnker tenía la policía.
Pero el simbolismo de ese cartel en el búnker es de una carga mucho más potente que las porras de la policía. Allí, en ese búnker, los hombres de confianza de Camacho diseñaron una operación de Estado (realpolitik) que permitiría que el dinero de la extorsión terrorista llegará a los asesinos de ETA. Sí, los que perdieron años después la pista de Troitiño que se fugó delante de sus narices. Allí sus compañeros de partido, no hace muchos años, se repartían los fondos reservados en principio destinados para luchar contra el terrorismo. Allí se autorizó el secuestro de Segundo Marey.
El vendedor de mobiliario de oficina permaneció retenido durante diez días en una cabaña en Cantabria y todavía recordaba (poco antes de morir) tanto las secuelas "morales" del secuestro, de las que "no me he recuperado", como las físicas ya que aseguraba que "los pies, que se me helaron, se me helaron mucho, los tengo duros, me duelen los pies.
Cronología del 'caso Marey', la historia de un secuestro. ¿Quién le hizo un homenaje a los condenados por el secuestro de este ciudadano sin ninguna relación de ETA?. El candidato de los tertulianos progresistas.
La cloaca de Interior sigue en Interior y ha vuelto a Ferraz. De los homenajes a los secuestradores de Segundo Marey a Interligare pasando por el uso (partidista) de SITEL y llegando a la violenta defensa del la fachada de Interior amenazada por un cartel subversivo.
'Islandia es el camino' en la puerta del búnker. Eso sí que es provocar al régimen. El país que se negó a rescatar con fondos públicos a las entidades financieras y cuyos ciudadanos han exigido para hacer sacrificios que antes sean juzgados los banqueros y políticos responsables del pelotazo de la corrupción (monopoly o corruptódromo). Foto | Jaimegsb