El magistrado Howard Riddle ha decidido aplazar hasta el 24 de febrero la decisión sobre el futuro del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ya que necesita tiempo para considerar si debe ceder a la solicitud de extradición.
Pero hoy el abogado de Assange, Geoffrey Robertson, ha tenido que replicar a un acusador que no estaba presente en la sala pero que a su juicio ha querido interferir en perjuicio de su cliente de manera deshonesta y prepotente. Se trada del mísmisimo primer ministro sueco, el conservador Fredrik Reinfeldt, que ha hecho unos comentarios a juicio del letrado "incendiarios" y que pueden afectar a sus posibilidades de tener un juicio justo en el país escandinavo.
¿Qué ha dicho el chico de oro del conservadurismo nórdico que tanto prometía cuando presidía las Juventudes del Partido Popular Europeo?
Es importante que nosotros en Suecia hayamos llegado a un punto en el que no se aceptan violaciones ni abusos sexuales
Para Robertson, estas observaciones del primer ministro sugieren que los derechos de las mujeres para Assange y él mismo, su abogado, no tienen ningún valor y lo que es peor prejuzgan la culpabilidad de su cliente generando una situación "intolerable". El que está considerado uno de los mejores abogados del mundo acusó al primer ministro de un "total desprecio por la presunción de inocencia".
Al margen de su "debate" con el primer ministro sueco, Robertson, ha insistido en que Assange no debe ser extraditado a Suecia porque no hay garantías de que allí reciba un juicio justo y sobre todo porque puede correr el riesgo de acabar siendo entregado a EEUU donde otros colegas políticos del primer ministro sueco también han prejuzgado ya que Assange es un terrorista al que le espera la pena de muerte. Incluso en el caso de políticos contrarios a la pena capital pero muy imaginativos.
Foto | Baltic Development Forum