A la gente como Manning en este país se les solía llamar patriotas y no criminales – Ron Paul, congresista de los EE.UU
El portavoz del Departamento de Estado de Hillary Clinton, PJ Crowley, calificó de “ridículo, contraproducente y estúpido” el trato que le estaban dando al soldado Manning los chicos del Pentágono. Luego presentó su dimisión.
Ayer, dos psiquiatras militares que trataron a Manning en la prisión militar de Quantico, subieron a la tribuna para declarar como testigos en el juicio contra el soldado acusado de filtrar el cablegate (“ayudar al enemigo”, según el Pentágono).
La declaración y valoración del capitán Kevin Moore fue contundente: las condiciones en la que se encontraba Manning eran peores que las de los reclusos del corredor de la muerte en los tiempos que él iniciaba su carrera profesional.
El capitán William Hoctor, por su parte, explicó que a Manning no se le permitía hacer ejercicio ni salir al patio y por la noche se le quitaban las gafas y se le obligaba a dormir desnudo (con la luz encendida y un vigilante asomando la cabeza cada cinco minutos). Hoctor recordó que ya en su primer informe consideró que el régimen de máxima vigilancia y aislamiento no se justificaba por el riesgo de suicidio (la justificación del Gobierno/Ejército).
El capitán aseguró en la tribuna (ayer) y en su primer informe (del 6 de agosto de 2011) que durante sus visitas a Manning no detectó inclinaciones suicidas. Además, dijo, “estar 23 horas en una celda es confinamiento, no son medidas de precaución para evitar un suicidio”. El capitán expresó su “frustración” porque las recomendaciones que hizo en los meses sucesivos, pese a sus 24 años de experiencia, no se tuvieron en cuenta.
El abogado defensor de Manning, David Coombs, le preguntó si pensaba que se había puesto en riesgo la vida de Bradley Manning, y el capitán dijo que sí, ya que esas condiciones podían tener “consecuencias no deseadas”.
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