La Recording Industry of South Africa (RISA, o el equivalente de la RIAA en el país), siguiendo con la ‘tradición’ de sus colegas occidentales, publica periódicamente los números mediante los que ‘demuestra’ sus millonarias pérdidas debido a la piratería.
La cosa no sería noticia si el mes pasado, en Sudáfrica no hubieran arrestado una persona que tenía en su poder nombres de usuario y contraseñas que usaba para acceder directamente a los productos de Sony Music Entertainment. Al parecer, consiguió uno de los CD con los datos que corren por las calles el país.
Por ello, la RISA lanzó una campaña llamada “Disparad al Pirata“ con la que pretendían “combatir la violencia con violencia“. Y, cómo no, se les fue de las manos.
El Sindicato de Trabajadores Creativos de Sudáfrica, que aglutina representantes de los sectores de la música y la televisión, anunció que algunos de los trabajadores que han participado en la campaña están recibiendo amenazas de muerte, y que uno propietario de un sello discográfico ha tenido incluso que contratar guardaespaldas.
Mabutho Sithole, el presidente del sindicato en cuestión, asegura que los artistas están tan, pero tan enfadados, que al gobierno sudafricano más le valdría intervenir para prevenir un nuevo episodio de disturbios que ha comparado con los de Soweto en 1976, durante el régimen del Apartheid y que terminó con 176 muertos en las calles.
Las declaraciones de Sithole han hecho que gran cantidad de músicos y artistas hayan manifestado su apoyo a la campaña “Disparad al Pirata” y lanzando arengas a ‘tomar las calles para luchar contra los vendedores de contenido pirateado’.
A partir de ahí, todo se ha convertido en una especie de batiburrillo y peleas callejeras entre artistas, manteros y policía, resultando en unas cuantas personas que manifestaban su apoyo a los artistas recibiendo una buena paliza. Por si no hubieran tenido bastante, los protestantes cambiaron de sitio y fueron a otro lugar con más presencia de vendedores de contenido ilegal.
Uno de los artistas involucrados en las peleas fue detenido junto a su hijo, al que tuvieron que ponerle 10 puntos en la cabeza tras atacar violentamente a un pirata, y que éste se defendiera.
Una cosa es ‘luchar contra la piratería’, otra muy diferente es igualar la ‘piratería’ de contenidos con la piratería tradicional de parches, cañones y ron (y pedir la pena de muerte por ahorcamiento como hizo en su día el Director General de Phonographic Performance Ltd. británica Fran Nevrkla), y otra aún más diferente es mandar a la gente a la calle a que se peguen entre ellos.
Lo más ‘risible’ del caso de la RISA es que el mismo que tuvo que contratar guardaespaldas para protegerse de las iras de los manteros, es el manager de la nueva estrella musical del país, Zahara, que ha vendido más de 100.000 copias de su primer disco en tan solo pocos días.
No puedes decir que la piratería te quita el pan y el sustento cuando uno de tus artistas está vendiendo 100.000 copias en apenas semanas. Los números no cuadran… posiblemente porque estén inflados.
Inflar los números para justificar que se mantengan tus privilegios es algo reprochable. Organizar una campaña publicitaria hablando de violencia, causar alarma social y provocar disturbios callejeros debería comportar algo más de responsabilidad… penal.
Vía | Torrentfreak
Foto | Tetrabrain