El gobierno ha tomado la red. El gobierno de Rajoy ha culminado la Ley Sinde del PSOE, la embajada de EE.UU. y las SGAE, que viene a ser lo mismo. Por eso los que no les votaron y llamaron a no votarles hacen ahora un llamamiento para que #nolescompres.
Inspirados en el boicot a las compañías que apoyan la SOPA (el proyecto de ley antipiratería de EE.UU) que va a ir a más. España no es diferente. También la #RedResiste y algunos de sus defensores plantean que ha llegado la hora del boicot a los defensores de la Ley Sinde. Así lo explican:
Estamos al inicio de una legislatura, enfrentados a una larga trayectoria antes de las siguientes elecciones. En su segundo Consejo de Ministros, el gobierno del PP aprobó el Reglamento de la “ley Sinde”.
Las movilizaciones, intentos de diálogos y opiniones de juristas, han sido ignoradas. Se han dado por buenas las tesis y exigencias de los grupos de presión para que apruebe una ley que socava derechos fundamentales, y la necesaria independencia y juridiscción judicial de un estado de derecho. Así, no nos dejan más opción que responder con aquello que afecta directamente a los intereses de fondo: el dinero. Si el debate público y el activismo intenso durante más de dos años no han servido de nada, sólo podemos recurrir el boicot a aquellos que han exigido y apoyado el recorte de libertades en la red.
El objetivo del boicot es no comprar ni consumir obras artísticas e intelectuales de autores, productores, agentes o directivos que se manifestaron explícitamente, o participaron en los grupos de presión de la redacción y aprobación de la conocida como “ley Sinde”. No se intenta reducir la libertad de expresión, ni de que se ganen la vida con sus obras intelectuales; por ello no se solicita el boicot contra medios de comunicación, ni se pide que se quiten del mercado estas obras. Sólo se pide un consumo responsable; que no se adquieran obras intelectuales cuyos principales implicados se hayan manifestado explícitamente a favor de la “ley Sinde”, o de cualquier otra ley que recorte libertades fundamentales en favor del interés comercial de una minoría.
¿Es democrático el boicot?
Los grupos y personas que presionaron para la aprobación de la ley Sinde usaron todas las herramientas posibles que les permite la ley, incluso en algunos casos las han violado. Han usado la libertad de expresión, hasta los límites de la ley, para acusar a la ciudadanía de ladrones, piratas, que sólo pretenden todo gratis. Han contratado a personas y empresas para divulgar su mensaje. Usaron dinero público para campañas de manipulación. Mantuvieron reuniones con delegados de otros países, solicitaron a EEUU que incluya a España en su lista de países más piratas, para usarlo luego en sus campañas de manipulación, incluso en juicios manifiestamente exagerados. Contrataron a empresas para elaborar estudios fraudulentos. Difamaron a personas con nombre y apellido, conocedores que tenían más y mejores recursos para posibles demandas legales. Escribieron artículos falsos y manipuladores en todos los medios de comunicación a su alcance. Mintieron repetidamente sobre los resultados de juicios que han perdido, pero siguieron usando la frase “descargas ilegales” a sabiendas de su falsedad. Cuando vieron que los jueces no les iban a dar la razón, acusaron que estos desconocen la ley, e hicieron lo posible para evitarlos. Así se llegó a la ley Sinde.
En todos estos años se intentaron diferentes métodos, manifiestos, reuniones, manifestaciones, campañas por el voto responsable. Fue en vano, como si no existiese el descontento generalizado en la ciudadanía, entre expertos legales, e incluso en el propio estamento judicial. Quedó de manfiesto que sus grupos de presión, financiados por con fondos públicos por diferentes vías, tiene una gran capacidad de influencia, infinitamente mayor que la de la ciudadanía interesada por el complejo problema.
Ante esta situación, el boicot no solo es una herramienta perfectamente legal, ya se usó en casos similares, es prácticamente la única que nos queda. La decisión del boicot no es resultado de un enfado superficial, recurrimos a él después de años de activismo de defender que la red no sea un estado de excepción, con leyes y normas más restrictivas que las que regulan nuestra convivencia en el “mundo físico”.
No se hace el boicot por unas ideas u opiniones diferentes, sino por las acciones, esas que consiguieron la aprobación de una ley que crea un organismo administrativo de censura en la red. Tampoco se pide una persecución o caza de brujas contra los que no estén de acuerdo con el boicot, o que no lo cumplan, sólo contra aquellos que autores que se manifestaron públicamente a favor de una ley que sólo les favorece a ellos, a costa de rebajar derechos y eliminar la independencia y protección judicial.
Si hay que criticar la calidad democrática de lo que pasó en los últimos años, el boicot no es, ni de lejos, la peor.
El wiki de la convocatoria espera tus aportaciones. En la lista faltan muchos. Todavía no están los 40 principales del rancio lobby de EE.UU. de España y sus asesores político-militares. Aunque el boicot a los negociantes de las armas (las descargas de muerte, por ejemplo) se nos escapa, la verdad. Como a Gadafi que ya no se las puede comprar. Gobierno Sindecencia.
En Nación Red | La Cámara de Comercio de EE.UU. en España “recomienda” a Rajoy que apruebe la Ley Sinde