El juez de Nueva York Gary Brown ha dejado claro y de una forma muy gráfica lo que otro magistrado ya había ido anticipando en Illinois y que se confirmó recientemente en California en la batalla que se libra entre la industria y los usuarios en el país americano: una IP no es una persona, no la identifica ni se puede emplear como criterio para imputar delitos. En una sentencia dictada en uno de los varios casos abiertos por el uso de Bit Torrent, el juez explica:
Una dirección IP proporciona sólo un lugar en el que pueden conectarse un gran número de dispositivos. Por eso, no es más probable que el usuario con una IP lleve a cabo una función con su equipo en particular que una persona que paga las facturas de teléfono haya realizado una llamada de teléfono específica.
El 61% de los hogares estadounidenses tienen ahora acceso inalámbrico. Una única dirección IP normalmente da soporte a varios dispositivos, que a diferencia de los teléfonos tradicionales pueden ser utilizados simultáneamente por diferentes personas.
Y aquí viene lo más interesante:
A no ser que el router inalámbrico haya sido debidamente protegido (y en algunos casos, aun habiéndose protegido), los vecinos o transeúntes podían acceder a Internet utilizando la dirección IP asignada a un abonado y descargar la película del demandante.
¿Hace falta añadir algo más? Las palabras de Brown sientan un importante precedente que, junto con las palabras de los jueces Baker y Lloyd, sin duda marcan el camino que podrán seguir a partir de ahora casos similares, al menos en Estados Unidos.
Vía | Torrent Freak En Nación Red | Finalmente un juez lo ha dicho: una dirección IP no es una persona concreta, Sentencia histórica en EE.UU. sobre el P2P: una IP no equivale a una persona