Se suceden las cargas policiales, se suceden los gritos contra la clase política bipartidista griega. Hoy han sido decenas de miles las personas que se han acercado hasta el Parlamento. Ahí siguen muchos de ellos en solidaridad con los indignados que permanecen acampados desde hace 21 días en la plaza Sintagma.
Los descontentos, a través de Internet, han llamado a formar una cadena humana alrededor del Parlamento, donde hoy se tramita el nuevo acuerdo de medidas pactado con la UE y el FMI, a la espera de recibir un quinto tramo de ayuda de 12.000 millones de euros. A diferencia de la “huelga general” que incluye determinadas reivindicaciones sindicales los indignados que surgen de la red para llenar cada día la Plaza Sintagma ponen sobre todo el acento en que “dimita” esta clase política a la que acusan de corrupta.
Cientos de policías han desplegado barricadas metálicas de dos metros para crear un pasillo a través del cual los parlamentarios han podido acceder al Parlamento. Las fuerzas de seguridad han utilizado gas lacrimógeno y efectuado numerosas cargas, por ejemplo cuando algunos activistas lanzaron naranjas contra los coches oficiales de los ministros y el propio primer ministro, Yorgos Papandréu.
Desde primera hora de la mañana se han podido ver numerosas banderas de España entre los manifestantes de la plaza Sintagma. Los “indignados de la red” y muchos de los ciudadanos que han participado en la “huelga general”, comparten espacio-público a la espera de los acontecimientos de la tarde-noche.