Daniel Ellsberg fotocopió 7.000 páginas de documentos secretos y los envió al New York Times y al Washington Post. Corría el año 1971. Antes Ellsberg, un joven decidido y brillante con una graduación por Harvard, había servido en la guerra de Vietnam entre 1954-1957 como líder de un pelotón. Ellsberg pidió ser enviado a la embajada estadunidense en Saigón, donde estuvo dos años observando y analizando las condiciones y circunstancias de la guerra sobre el terreno.
En 1967 trabajó en el documento secreto llamado Relaciones EUA-Vietnam, 1945-1967: un estudio preparado por el Departamento de la Defensa, 7.000 mil páginas que pasaron a ser conocidas como Los papeles del Pentágono y en las que se explica con todo detalle que la inestabilidad, las intervenciones, imposiciones y asesinatos políticos en ese país eran en gran medida resultado, desde finales de la segunda guerra mundial, de la política de Estados Unidos.
Al leer este documento Ellsberg tuvo una revelación, pues descubrió que cuatro presidentes estadunidenses habían mentido respecto de su presencia en el sudeste asiático y que, para preservar su imagen, cada uno había terminado por involucrarse más que el anterior. Entonces entendió que lo que pensaba que era una causa noble que se había corrompido había sido desde el comienzo un genocidio inmundo. “No es que estuviéramos del lado equivocado; nosotros éramos el lado equivocado”, dijo Ellsberg.
El mundo pudo saber, que mientras el gobierno de EE.UU proclamaba que no se buscaba ampliar el conflicto de Vietnam, en el terreno los hechos mostraban exactamente lo contrario. Ellsberg fue acusado de posesión no autorizada y robo de documentos secretos, con lo que corría el riesgo de ir a prisión por el resto de sus vida. La Casa Blanca lo acusó de robo, espionaje y conspiración, y envió un equipo con la intención de “incapacitarlo totalmente” y otro (integrado por los “plomeros”, que luego tendrían activa participación en el Watergate) para que irrumpiera en las oficinas de su psicoanalista, con el objeto de cuestionar su salud mental. Era el hombre más peligroso de América.
Buscado por el FBI en una cacería humana digna del mejor guión cinematográfico, Ellsberg se entregó a un fiscal en Boston. Pero el juicio posterior quedó en nada después de que se comprobara que el gobierno había cometido prevaricación, ocultamiento de testigos y robo con allanamiento de morada. Fue un fallo histórico para la libertad de prensa.
El juicio había tenido lugar a la sombra del escándalo de Watergate, y además se reveló que el gobierno de Nixon trató de influenciar al juez al ofrecerle un puesto en el FBI y que Ellsberg había sido vigilado clandestinamente. 24 horas antes de la decisión de la Corte Suprema, el Congreso cortó los fondos para la guerra, todavía pasaron dos años más para que EE.UU. abandonara del sudeste asiático, dejando naciones demolidas, más de dos millones de muertos y habiendo perdido a más de 50 mil de sus propios soldados.
Hoy, años después, Daniel Ellsberg ha sentido que el “plomo” amenaza la integridad de un hombre acosado: Julian Assange. La historia se repite. Su historia. De eso hablaron la semana pasada (en la foto imagen de la conferencia en la participaron). Ahora el anciano Ellsberg ha reaccionado con la agilidad ética de los hombres de acción, quizá incomprendidos, nunca sometidos al guión de la realpolitik. Como manda el código de supervivencia y de lealtad entre “camaradas”. Había que salir a la escena pública para “hacer ruido”.
Lo acaba de hacer en una entrevista a The Daily Best, un digital que está informando sin plegarse al guión. Seleccionamos para nuestros lectores algunas de las preguntas y un breve extracto de las respuestas de la entrevista a una leyenda viva, Daniel Ellsberg.
¿Cree usted que Assange está en peligro?
El 3 de mayo de 1972, una docena de agentes de la CIA de Bahía de Cochinos llegaron desde Miami con la orden de “incapacitarme totalmente.” Le dije al fiscal: “¿Qué significa eso? Me dijo: “Significa incapacitar totalmente. Pero tienes que entender que estos tipos nunca usen la palabra matar.
¿Qué consejo le daría a Assange?
Manténgase fuera de los EE.UU. Lo que está haciendo es muy valioso … está cumpliendo con nuestra democracia y sirviendo a nuestro Estado de Derecho, precisamente, desafiando las normas del secreto, que no son leyes, en la mayoría de los casos, en este país.
Está haciendo un trabajo muy bueno para nuestra democracia. Y si Bradley Manning ha hecho lo que se le acusa de haber hecho, lo felicito. Ha mantenido su juramento de defender la Constitución.
En su opinión, ¿no todo debe ser publicado?.
Sí, hay cosas que debe mantenerse en secreto, por algún período de tiempo. Obviamente [Assange] es un hombre muy competente en muchos aspectos. Creo que su instintos le dice que la mayoría de este material debe ver la luz. Estamos discutiendo sobre un fragmento muy pequeño que no debería publicarse.
Y ¿qué pasa con estos cables en particular?
Sobre la cuestión de los 260.000 cables diplomáticos, mi posición es que no hay nada en ellos que pueda merecer mantenerse en secreto. Después de haber leído un montón de cables diplomáticos, yo diría que menos del uno por ciento se puede decir de verdad que ponen en peligro la seguridad nacional. Esto es distinto del porcentaje que podría causar vergüenza, hechos muy graves, sí, de personas que dan cuenta de que somos conscientes de apoyar a asesinos altamente corruptos y de operaciones contra las personas. Esto es muy serio y embarazoso.
Espero que lleguemos a verlos. Ayudaría a entender nuestra propia política exterior y nos daría la oportunidad de mejorar democráticamente. Espero que lleguemos a verlos.
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Daniel Ellsberg ha aparecido también ante las cámaras de la msnbc para reafirmarse en sus declaraciones sobre el serio peligro que corre el fundador de WikiLeaks.
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Actualización: El Departamento de Estado habría confirmado que está estudiando varios discos duros del ordenador (o los ordenadores) utilizados por Bradley Manning. El joven oficial de inteligencia se encuentra detenido en Kuwait. Los discos duros fueron llevados en avión a Washington el jueves, según la Associated Press. Wired, por su parte, publica un supuesto correo electrónico que Julian Assange habría enviado al “delator” de Manning y ex hacker Adrian Lammo. El el mail Assange le pide una copia de los registros del chat y correos elctrónicos que mantuvo con Bradley Manning. Assange dice quererlos para preparar con sus abogados la defensa del oficial detenido. El fundador de WikiLeaks le sugiere a Lamo que la mejor estrategia sería decir que tenía miedo debido a sus problemas con las drogas y que tomó una decisión de la que ahora se arrepiente. Assange le envía un último consejo al delator de Manning: El ir por ahí como un pobre hombre, constantemente llamando la atención por haber destruido una joven figura romántica y próscrita, le puede dejar permanentemente vilipendiado para la historia, y para Assange.
Foto | jdlasica
Vía | The Daily Best
En Nación Red | El fundador de WikiLeaks “advierte” al Pentágono desde twitter