Senadores y congresistas de todos los partidos mexicanos han criticado la firma del ACTA pero también han recordado que no entrará en vigor sin la ratificación del Senado de la República.
El senador del PRI, Eloy Cantú, recordaba ayer a los medios que el Parlamento Europeo también rechazó el ACTA, después de ser firmado por la Comisión Europea, "por considerar que viola libertades públicas".
El senador Carlos Sotelo (PRD) calificó de grave que el gobierno federal, "en una acción francamente contraria a los intereses del país haya dado esta orden de suscribir dicho documento y hacerlo además después del 1 de julio (elecciones)". Para el vicecoordinador del Partido de la Revolución Democrática en el Senado: el Ejecutivo actuó como un operador de grupos de poder y de interés pequeños pero poderosos.
El senador de la izquierda mexicana recuerda que en septiembre de 2011, el Senado de la República acordó por unanimidad de todos los grupos parlamentarios, incluida la bancada del PAN (el partido del presidente Felipe Calderón), exhortar al gobierno federal a que no suscribiera ese acuerdo.
Si de verdad Felipe Calderón y su gobierno hubieran tenido argumentos para sustentar la firma de ACTA ''debió haberlo hecho hace semanas y generar un debate amplio y abierto sobre la conveniencia de este acuerdo, no lo hizo, y al contrario, actúa con una mentalidad pequeña y contraria a los intereses nacionales'', comenta el senador Carlos Sotelo.
Su compañero de partido y también senador, Francisco Javier Castellón, considera que la firma del ACTA por México "es una falta de respeto" al Poder Legislativo. El senador advierte que la firma "constituye una “moneda de cambio” para ponerlo en la mesa de negociación con los futuros senadores y el próximo gobierno" y que "el principio teórico bajo el que negociaron estos señores el ACTA fue la famosa máxima salinista: ‘ni los veo ni los oigo’. Ignoraron todas las críticas que el Senado planteó", denuncia el senador.
Rodrigo Pérez-Alonso, presidente de la Comisión Especial de Acceso Digital del Congreso de México, ha denunciado que la firma de ACTA por el embajador de México en Japón, viola la legislación sobre los procesos mediante los cuales el Ejecutivo puede negociar un Tratado Internacional:
- Se está violando dicha ley porque no se tomó en cuenta al Senado como órgano regulador de las relaciones internacionales de nuestro país. Una comisión parlamentaria para analizar el ACTA, recomendó por unanimidad que no se firmara.
Nos enteramos a través de un comunicado de prensa, que fue difundido alrededor de las 10 pm del miércoles 11 de julio, de la firma del acuerdo. No se nos avisó ni nada
- Pérez-Alonso reconoce que el proceso, efectivamente, se hizo como se debe: el Ejecutivo, por ley, firma un tratado internacional, pero éste se queda en stand by en tanto no se ratifique por el Legislativo, es decir, por el Senado.
En este caso, las opiniones del Senado y de la Cámara de Diputados, que fungió como observador en las mesas de análisis del tema, no se tomaron en cuenta.
Según el diputado, el hecho de que ACTA haya sido firmado por el gobierno mexicano, "representa un abierto desafío del Ejecutivo al Legislativo... Los argumentos que esgrime el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) en su comunicado, son engañosos y no reflejan la letra del acuerdo... ”. Corresponde al Senado de México rechazar el ACTA. Oponerse al ACTA es mucho más que defender Internet. Es plantar cara a la peor cara de la política.
"Será nuestra responsabilidad el no permitir que se apruebe un tratado como #ACTA, que no es la vía para la innovación y la libertad", comentaba en Twitter otro senador de la República de México.
En Nación Red | México firma el ACTA