Enrique Castro es programador PHP y un destacado ciberactivista. Analista de comunicación política en Internet. Escribe habitualmente en su weblog El viento rozando mi cara
Ahora también es colaborador de Nación Red.
Quería estrenarme en Nación Red sobre este aspecto, del que en mi weblog he escrito muchas veces, pero sin la profundidad de este artículo, ya que algunos supuestos expertos en la materia han mezclado dos conceptos, que aunque resultan similares, no lo son en absoluto. La Comunicación Política establecida por los dos principales partidos políticos de España, en Internet no constituyen una forma de ciberactivismo y si una modalidad o estrategia de marketing más conocida como ciberpolítica.
Recientemente el PP puso en marcha una iniciativa que ha resultado ser un auténtico fracaso, se trataba de que este partido solicitaba a los usuarios de las redes sociales Twitter y Facebook cedieran sus espacios personales para si, instalando una aplicación, donde de forma temporal, este partido podría replicar mensajes elaborados de forma automática y sin el control de estos usuarios. Lógicamente, la iniciativa lejos de ser un éxito, ha recibido numerosas críticas.
También el PSOE ha fomentado numerosas meteduras de pata en sus campañas ciberpolíticas. Empezando por la implantación del “Reglamento de uso de los militantes socialistas en Internet” donde se limita la libertad de expresión de estos, siendo un Reglamento que vulnera claramente derechos civiles de nuestro ordenamiento jurídico, o la creación de Redes de Blogs paralelas a las nativas en la Red, para “controlar”, “premiar” o “castigar” la comunicación personal de sus militantes. Además de fomentar e inspirar Nodos de acceso limitado a militantes, donde se establecían estrategias de Astroturfing en sitios de noticias sociales como fue en el pasado el caso de Menéame.
En ambos casos, subyace un espíritu tradicional de los dos grandes partidos en España, donde la pretensión del “emisor único” es una constante. No obstante la realidad nos indica que son múltiples las variables, tantas como individuos que comunican sus impresiones y puntos de vista (políticos o no) en la Red. Por ello, el carácter descentralizado, donde una serie de individuos/nodos gozan de una mayor reputación que otros, generando tendencias, opiniones y debates, convierten a los Partidos políticos “ad hoc” en un Nodo más. Estableciendo la Red, como un canal de comunicación horizontal, donde el talento, la modulación del mensaje según el sentir social, la posibilidad de emitir y responder, además de otros tipo de variables, son por si solas, una poderosa herramienta.
¿Propaganda/comunicación política o debate entre iguales?
Una frase muy manida en los saraos 2.0 que han tratado este tema con peor calidad que fortuna, indicaban una máxima: “La web 2.0 es una actitud y no una tecnología”. Suena transgresor pero en realidad es una afirmación falsa. La denominada web 2.0 tuvo como epicentro tecnológico la implantación de Bases de Datos alojadas en Servidores Web, que posibilitaron y hoy más que nunca, que estas Bases de Datos otorguen permisos de escritura al os usuarios identificados o no en las distintas aplicaciones alojadas en estos Servidores. Por poner un ejemplo simple...Twitter es una aplicación basada en una conjunto de Bases de Datos, que con un máximo de 140 caracteres puedes publicar un contenido textual mediante un sencillo formulario, asociando al mismo hipervínculos externos o internos, generación de vídeos y fotografías y poco más de momento. Esta ha sido la gran innovación de la llamada web 2.0, un conjunto de tecnologías que hicieron y hacen posible cambiar la actitud de millones de personas, mediante compartir valores inmateriales en Bases de Datos, que la suma de estas, hacen posible lo que es opinión, debate y “termómetro social”.
Por lo tanto no hubieron “manifestaciones” sociales allá por los años 1998 al 2000 exigiendo una web 2.0, o personas pidiendo a los desarrolladores web que hicieran realidad sus “anhelos” comunicadores. No hubo nunca desde un ámbito “Pre Internet” un uso social de Internet. No existió esa “actitud” que se ha cacareado, fomentando un clima de “cacofonías 2.0” por parte de conferenciantes con nula preparación tecnológica y menor experiencia en desarrollo web. Era y es falsa esa “actitud social” del Social Media Marketing, es verdadera y certera que hubo una “actitud social” de los programadores en transformar el “Agora virtual” de lo que fue la web estática del formato html en código PHP o similares.
Lo anteriormente expresado es muy importante, dado que ha configurado la “hoja de ruta” de los dos grandes partidos políticos en sus respectivas estrategias en Internet. En ambos casos, la conformación de dos “Ejércitos Clon” compuestos de militantes y “boots” replicando y replicando un único mensaje. No aceptando la “disidencia” e incluso limitando la participación en la conversación entre pequeños Nodos descentralizados existente, hasta el punto de que la endogamia es una constante. Lógico... el análisis de partida si es erróneo, los resultados son desastrosos.
Y así nos encontramos con ámbitos de comunicación políticos, la “ciberpolítica” que no escucha, que solamente transmite, que no conversa, que replica al adversario para llamar la atención del sujeto comunicador pero no del entorno que reclama “escucha” y “diálogo”. La “ciberpolítica” del #fanboy que deja que otros piensen e interactúen por el. En el caso de Rubalcaba, en Twitter, en Facebook y en Internet en general, “escuchar” y “explicar” son términos vacíos, quedan en un mero eslogan electoral. En el de Rajoy “Quiero ser el Presidente de todos los españoles” forma parte de su autismo social y programático, la esencia de su ser y la del partido que representa. Lo más paradigmático es que en ambos casos, a Internet me refiero, no escriben lo que comunican. Otros u otras lo hacen por ellos.
Frente a todo esto existe un ciberactivismo social. Que permite debatir, conformar opiniones, discrepar. Un ciberactivismo comprometido, que “hace de lo virtual real” y lo que es más importante, dibuja e imagina un futuro para un país mucho mejor. Un ciberactivismo del #nolesvotes que pide que se vote responsablemente a opciones políticas lejos de las dos responsables políticas en esta crisis económica. Un ciberactivismo del #15M que ha hecho realidad lo que antes era virtual. Un ciberactivismo constante, cívico y responsable, que “Toma la palabra”. Y que en la Campaña Electoral será decisivo para que el bipartidísmo en España no sea un cheque en blanco durante los próximos 4 años.
Foto | Con Rubalcaba