Bélgica vota hoy y lo hace, una vez más, con sus difererencias territoriales y lingüísticas como protagonistas del debate político. Desde más allá de sus cuestionadas fronteras interiores, se espera que el previsible avance de los "independentistas" de Flandes, no haga estallar el consenso de mínimos que ha permitido a Bélgica no perder el ritmo del progreso económico y social, inherente a la estabilidad. Un país, sin grandes problemas sociales, que en lo que afecta a Internet se debate entre los partidarios del modelo Hadopi y sus críticos.
¿Nada nuevo bajo el sol de Bélgica en lo que respecta a las posiciones políticas sobre la red? ¿Socialistas, Liberales y "Populares" divididos o incapaces de resistir las presiones de los lobbies? ¿Verdes y lo que queda a la izquierda de los socialistas asumiendo su papel de "resistencia" testimonial en defensa de la neutralidad de la red? Básicamente, eso parecía, pero estas elecciones presentan una importante y positiva novedad que lo altera todo y que ha supuesto una cierta revuelta de los candidatos al verse presionados por la fuerza del otro "lobby", el de los ciudadanos digitales.
Y es que la gran mayoría de líderes y candidatos han firmado el "El Pacto". Un manifiesto impulsado por las dos grandes asociaciones por un Internet Libre de Bélgica (Hadopi Mayonnaise y Nurpa) y que ha encontrado eco entre una "clase política" que se sabe presionada por los lobbies pero más, mucho más, por la lógica democrática y ciudadana.
Los activistas de grupos como Hadopi Mayonnaise y Nurpa han conseguido que doblegarse a los lobbies "privativos" tenga un coste electoral. No estar en la lista de "El Pacto" es estar en la "lista negra". Quizá luego, el Pacto sea traicionado, pero los ciudadanos digitales, al menos, han levantado acta pública del compromiso firmado.
El Pacto por el Software Libre
El primer Pacto del Software Libre se impulsó antes de la elecciones europeas. Una iniciativa "paneuropea" promovida por las asociaciones más significativas y activas en defensa de una "lógica libre" (April, Associazione per il Software Libero o Hispalinux) y que promueve la firma de un sencillo documento en el que los candidatos "informan" al electorado de que una vez elegidos favorecerán el desarrollo y uso del software libre y lo protegerán de una posible legislación en su contra.
El Pacto por el Software Libre es también una herramienta para que aquellos ciudadanos digitales, que valoran el software libre, puedan "educar" a los candidatos sobre la importancia del mismo. Tres son los puntos esenciales del documento que verifica el compromiso (o no) de los candidatos con el Software Libre:
Alentar por medios institucionales a administraciones e instituciones públicas, estatales, autonómicas y locales a desarrollar y utilizar prioritariamente los programas libres y los estándares abiertos en su elección, a la hora de comprar o de desarrollar programas propios.
Apoyar políticas activas a favor del software libre, y oponerse a toda discriminación en su contra.
Defender los derechos tanto de los autores como de los usuarios de software libre, especialmente pidiendo la modificación de toda legislación que debilite estos derechos, y oponiéndose a cualquier proyecto de ley que dé lugar a esas consecuencias.
Tres pactos en uno: por la Libertad Digital
El éxito de la iniciativa en las elecciones europeas del pasado año ha llevado a NURP y Mayonesa Hadopi, las asociaciones de referencia por la libertad de la red en Bélgica, a impulsar dos documentos más que se complementan con la defensa del software libre y que daría forma a un gran Pacto en defensa de Internet. Se trataría del pacto por un Internet Libre y el pacto por los contenidos libres, que se vienen a sumar al pacto original por el Software Libre.
El pacto por un Internet Libre considera que el acceso a Internet se ha convertido en necesario para el ejercicio de los derechos fundamentales de todo ciudadano, como la libertad de expresión. Por lo tanto, es importante asegurar que todos puedan acceder o hacer disponible cualquier contenido, servicios y aplicaciones de su elección. El Pacto también establece que nadie puede controlar, vigilar o restringir el acceso a Internet a un individuo sin que ello está sujeto a un proceso judicial justo.
El Pacto por los contenidos libres compromete a sus firmantes a defender la "libre" circulación de contenidos (y liberación de los mismos). Así, este aspecto del pacto pide el apoyo a las iniciativas legislativas que garanticen que la información personal no está en poder del Estado y que los contenidos públicos sean accesibles para todos los ciudanos y en formatos abiertos.
Los tres pactos, que son uno, quieren trazar la línea a seguir para consolidar un modelo abierto de sociedad de la información en la que prime el respeto de los derechos individuales y el acceso a la información. Además, alienta las iniciativas de los ciudadanos a participar en la vida política y el fomento de los estándares abiertos.
El Pacto llega a la jornada electoral de hoy con 194 firmas de candidatos de prácticamente todas las candidaturas: Centre démocrate humaniste/democristianos (70) Ecolo/Verdes (62) Parti socialiste/Socialistas (32) Mouvement réformateur/Liberales (12) Pirate Party/Piratas (7) Groen/Verdes de Flandes (5) Pro Bruxsel (4) Socialistische partij/Socialistas de Flandes - anders (2)
Entre los 194 candidatos que han firmado están los cuatro presidentes de los principales partidos fracofonos (Valonia y Bruselas). Socialistas (PS), verdes (ECOLO), liberales (MR) y Democristianos (CDH), que en un hecho muy significativo, resaltado por los promotores del Pacto, han asumido las tesis de los defensores de la red, a pesar de las disputas internas sobre la materia, con excepción de los ecologistas, han decidido "aparecer en el documento" como defensores de un Internet Libre, dejando en aparente mal lugar la dura labor de algún compañero de partido... ya jubilado.
Lamentablemente el mapa de los firmantes también se ve afectado por la distancias o divisiones político-regionales que parecen consustanciales a Bélgica, ya que si en Valonia y en gran medida en la región de Bruselas son numerosos y muy significativos los firmantes, en la pujante "nación" de Flandes son más escasos. Pero esto también se debe a que el tejido asociativo de los defensores de la red es más sólido en Valonia y Bruselas. De todas formas destacados candidatos de los partidos de Flandes se han sumado al Pacto. Por ejemplo el líder de los Verdes (Groen) y algunos socialistas.
Respecto al principal partido nacionalista (o independentista) de Flandes, favorito en las encuestas, Nieuw-Vlaamse Alliantie (N-VA) (Alianza Neo Flamenca), sus candidatos no aparecen entre los firmantes, quizá por su recelo a sumarse a iniciativas con origen en Valonia o Bruselas o/y que son "para toda Bélgica". Pero se conoce su compromiso en Europa, ya que forma parte del grupo Los Verdes/EFA, muy comproteido con la defensa las libertades en la red. N-VA es miembro permanente de EFA (Alianza Libre Europea) que agultina a partidos nacionalistas (confederales o independentistas) de los actuales estados europeos.
Tampoco aparecen firmantes del partido liberal flamenco (VLD-Open), pero este partido al que pertenece el ex primer ministro Guy Verhofstadt, ahora líder del grupo liberal (ALDE) en el Parlamento europeo y con presencia en Flandes y Bruselas, cuenta entre sus filas con defensores de los estándares abiertos, como es el caso de Guy Vanhengel que ha promovido el uso en las administraciones regionales de formatos abiertos y el software libre para garantizar la accesibilidad de la información pública en la red.
Además varios candidatos del VLD-Open a las elecciones europeas se sumaron al Pacto por el Software Libre. El actual líder del partido, el joven y dinámico, Alexander de Croo, que representa bien a la nueva generación de líderes liberales europeos ha eludido, a pesar de las presiones de las bases del partido, concretar en el programa (pdf) una clara propuesta por un Internet Libre.
Pero que se haya conseguido la firma de tantos candidatos y de ideologías tan diferentes es un gran triunfo para los defensores de un Internet libre. De hecho algunos medios belgas han resaltado que en estas elecciones sólo se ha conseguido un consenso digno de tal nombre en la defensa de la "libertad digital".
Como dicen los promotores de la iniciativa, "que estas libertades hayan sido apoyadas por grandes nombres de la política y en mayor o menor medida de todos los partidos y federaciones de Bélgica, nos hace tener esperanzas en que los compromisos asumidos en la firma de este Gran Pacto por Internet puedan estar presentes en la agenda del próximo gobierno. Así sea. Bélgica está votando.
Vía | LePacte.be