La peculiar y particular guerra entre Apple y Samsung (y casi el resto de fabricantes) por un "quítame allá esas patentes" tiene por campo de batalla todo el planeta. Ahora se traslada a Holanda, y ha sido Samsung quien ha decidido atacar.
Después que Apple bloquease las ventas de la tableta de Samsung en la Unión Europea, a través de un juzgado alemán, que Samsung contra-atacara, una empresa de Taiwan demandó a los de la manzana mordida por la forma en que los chips usan, transfieren y manipulan la información en los dispositivos.
En el nuevo capítulo, Samsung ha decidido irse a Holanda, donde ya recibió un palo en agosto, para pedir indemnizaciones por cada iPad que se venda. Concretamente, por cada chip 3G, que estaría afectado por alguna patente relacionada con el sistema UMTS, y que estaba perdida en algún cajón hasta hace pocos meses.
La empresa surcoreana reclama que Holanda prohíba la comercialización de todos aquellos dispositivos de Apple que usen dicha tecnología 3G, además que se les indemnice con el 2,4% de cada aparato que se venda.
El uso de las patentes en software en esta guerra absurda las está mostrando como lo que realmente son: un freno a la innovación.
Unos pidiendo que se prohíba la venta del dispositivo A, los otros exigiendo que se les pague por la venta de los dispositivos B, y el resto que ven un "nuevo modelo de negocio" demandando al resto porque si, los que acaban recibiendo el palo son los de siempre, los usuarios de la calle, que se quedan con cara de tontos.
El modelo de negocio de los fabricantes y desarrolladores de tecnología es vender dicha tecnología a sus clientes, no enzarzarse en una guerra de patentes con el resto. Demandar a todo el mundo para sacar más dinero no funciona, y si no que se lo pregunten a Righthaven.
Quizá estaría bien un pequeño toque de atención, como por ejemplo decidir no comprar ningún dispositivo de ningún fabricante inmerso en una guerra absurda de patentes... igual así se darían cuenta de la realidad, que las patentes de software son algo total y completamente inútil y que sólo causan pérdidas, retrasos y malestar en todos los bandos.
Vía | El Economista Foto | Cheon Fong Liew