En la Potsdamer Platz y con puntalidad alemana. A las 13 horas comenzó y a las 16 horas finalizó. Algo más de 7.500 manifestantes marcharon ayer, 11 de Septiembre por las calles de Berlín para demostrar que los defensores de la libertad, son pocos, pero no son virtuales.
La protesta era una más de las que se convocaron en otras capitales europeas para reivindicar la libertad frente al miedo en una fecha tan señalada, que marca también el inicio de una restricción generalizada, en el ámbito legal, de las libertades fundamentales. Principio esencial y fundacional de las democracias occidentales.
Pero en Alemania, más eficientes, la protesta se dirigía, sobre todo, contra un objetivo concreto: ELENA. Un sistema de retención de datos que violenta el principio básico de privacidad, en palabras del prestigioso Centro Independiente de Protección de la Privacidad de Estado de Schleswig-Holstein.
ELENA fue un proyecto impulsado por el primer gobierno del socialdemócrata Gerhard Schröder, que ha evolucionado a peor después de la experiencia de la “gran coalición” y que ahora divide al centro-derecha en el gobierno sobre su expansión o reformulación.
ELENA es el acrónimo de ELektronischer EntgeltNAchweis (comprobante electrónico de la remuneración) que recopilará los datos sobre retenciones y salarios enviados mensualmente por los empresarios a un banco de datos de la Administración para calcular las prestaciones del subsidio parental, la ayuda para vivienda y la prestación por desempleo no contributiva, pero también datos relacionados con el absentismo laboral, faltas o amonestaciones, participación en huelgas, con independencia de que se trate de una huelga legal o ilegal, y con el tiempo guardará datos sobre períodos de empleo y bajas laborales (enfermedad), plazos y motivos de rescisión de contratos.
Tan grave que representantes del FDP (Partido Liberal) – considerado el partido de los empresarios – y socio minoritario en el gobierno de coalición, no dudaron en participar con su Secretario General al frente. Los liberales aspiran a “suavizar” ELENA pero pesa la herencia de la “gran coalición”, los dos partidos mayoritarios (socialdemócratas y cristianodemócratas) son “elenistas”.
Por eso, la de ayer también era una “gran coalición” pero de minorías. Liberales y sindicalistas, muchos militantes del Partido Pirata alemán que ondearon cientos de banderas durante todo el recorrido, militantes del partido de La Izquierda que aglutina a socialdemócratas descontentos y ex comunistas, Los Verdes, colectivos en defensa de la libertad digital y los derechos humanos, una representación de la sección alemana de WikiLeaks y asociaciones profesionales de médicos, muy críticos con ELENA.
Una marcha festiva que reivindicaba, cerca del espacio que ocupó un muro: libertad y menos control estatal de la individualidad, también en lo digital. Libertad sin miedo, un 11 de septiembre en la capital que escuchó a JFK:
Todos los hombres libres, dondequiera que ellos vivan, son ciudadanos de Berlín. Y por lo tanto, como hombres libres, yo con orgullo digo estas palabras “Ich bin ein Berliner”.
Más Información | die tageszeitung