En plena guerra judicial entre la surcoreana Samsung y Apple, un grupo de más de veinticinco mil surcoreanos ha demandado a Apple por lo que consideran violaciones de su privacidad al registrar sus movimientos geográficos con el teléfono iPhone y la tableta iPad 3G.
El fiscal del caso, Kim Hyeong-seok, ha explicado que la demanda involucra exactamente a 27.612 personas que piden una compensación de 1 millón de wons (932 dólares) por daños y perjuicios. Agregó el fiscal que la demanda es contra Apple Inc. y su unidad surcoreana.
Los demandantes reclaman "daños emocionales por la localización ilegal de datos de Apple". El regulador del mercado de las telecomunicaciones en Corea del Sur ya había impuesto a Apple una multa de tres millones de wons por este motivo.
El fallo de los dispositivos fue descubierto por unos investigadores británicos, Alasdair Allan y Peter Warden (uno de ellos ex-empleado de Apple), que se dieron cuenta de que, tras una actualización del sistema operativo, una función del iPhone podía permitir rastrear los movimientos de los usuarios sin que estos se dieran cuenta a partir de la búsqueda de las redes inalámbricas que hace el móvil.
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