Un total de 22 personas han sido detenidas por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en una operación contra la piratería informática desarrollada en distintos locutorios y cibercafés de San Sebastián, según ha informado la subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa.
Las investigaciones han sido practicadas por agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de la Comisaría de San Sebastián, y la Brigada Provincial de Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía, en colaboración con la Inspección Provincial de Trabajo de la Seguridad Social de Guipúzcoa y técnicos de las empresas Microsoft, LPS Software & Solutions, y Faraonics.
En el transcurso de esta operación, los policías descubrieron asimismo que estos locales podrían estar siendo utilizados para promover la inmigración ilegal y arrestaron a otras seis personas más. En principio se destaca más (en las informaciones que llegan sobre la redada) lo de la piratería informática (copia ilegal) que el presunto tráfico (ilegal, obviamente) de seres humanos.
Así, nos explican “que muchos de estos negocios utilizaban para el desarrollo de su actividad ordenadores que tienen instalados sistemas operativos y aplicaciones informáticas que no han sido distribuidos ni comercializados por las empresas productoras de los mismos, y que por lo tanto carecen de licencia de uso. Se trata, por tanto, de copias pirata, hechos que pueden ser constitutivos de un delito contra la propiedad industrial, tipificado en el artículo 270.3 del Código Penal”.
También se ha determinado que estos locales incumplían los requisitos legales exigidos para la explotación y funcionamiento de los equipos informáticos utilizados para uso público en dichos establecimientos.
En este tipo de operaciones es “normal” que los policías sean acompañados a los cibercafés – en todo momento – por un perito de Microsoft (el acusador perito) que verifica si el software es genuino y si el establecimiento contaba con la licencia de explotación comercial necesaria para operar con productos de Microsoft.
Vía | El País
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