Mientras el calendario avanza inexorablemente hacia la fecha, los ánimos se van caldeando. Mientras leemos que el #12M15M tiene en su punto de mira los bancos, para los que se pide que no haya ni un euro más en rescates, Mariano Rajoy afirma que las cosas son como son, y que si hay que rescatar bancos, lo hace y aquí paz y después gloria. Primer objetivo del #12M15M, y primer punto de distanciamiento a sólo unos días de la convocatoria, que se intuye que tendrá respuesta multitudinaria.
Entre tanto, se dice que la Policía investiga a los ¿líderes? del 15-M usando las redes sociales. Los agentes destinados a la misión se dedican normalmente a la lucha contra el terrorismo, contra los neonazis, contra los antisistema y contra las bandas latinas, y ahora añaden a la colección de “contras” a unos ciudadanos que se autodenominan como tales, por mucho que haya habido intereses de cambiarles el nombre por el de perroflautas.
Se marca ya el terreno de juego y los principales actores preparan el disfraz para la contienda. Y aunque a día de hoy es materialmente imposible establecer un pronóstico de cuál será el resultado más allá de los previsibles disturbios, las previsibles cargas policiales y las previsibles detenciones, lo que podemos hacer es considerar hasta qué punto es posible el cambio que pide el #12M15M.
Mientras la realidad insiste una y otra vez en que los mecanismos del pasado nos han traído hasta aquí, la contumacia nos deja medidas de austeridad que no hacen más que agravar los problemas, dicen por un lado Fernando Luengo y Jorge Uxó, recordando que antes de que existieran las burbujas existían las clases sociales, y que alguna cosa tendrá esto que ver en todo lo que luego reventó y nos dejó en el punto que estamos ahora. ¿La crisis nace o se hace?
En otros lares, Manuel Castells nos hace ver que algo falla cuando el 15-M ha demostrado ser un movimiento pacífico e independiente, y sin embargo las imágenes que se nos muestran hablan de seres del inframundo que todo lo destruyen a su paso mientras algunos intentan aprovechar el tirón popular de la marca 15-M. Son cosas que no cuadran, pero componen un elocuente mosaico de cuál es la situación a día de hoy. Divide y vencerás; difama, que algo queda. Lemas del pasado que se repiten una y otra vez en cuanto alguien se plantea que las cosas no tienen por qué ser como son.
¿Es posible el cambio? El lema “Unidos por un cambio global” propio de la convocatoria del #12M15M puede transformarse fácil y rápidamente en un “Divididos por el inmovilismo tradicional”, a poco que la ciudadanía se deje llevar por los cantos de sirena que dicen que todo está bien como está y que las cosas son como son. Tantas veces se ha oído eso ya… que habrá que esperar. Y mientras tanto, los motores se calientan en la red.
Imagen | Acampada Terrassa
En Nación Red | #12M15M, porque algo debe cambiar en esta primavera global, ¿Qué hace Interior con los informes de los usuarios vigilados por la Policía? #cercoal15M