Cuando en el año 2014 se iba filtrando información de cómo sería la nueva versión del sistema operativo de Microsoft para PC, en Genbeta, como en el mundo en general, asumíamos que hablábamos de Windows 9. Una lógica continuación tras el 7 y tras el 8 (en realidad, el 8.1).
Pero nunca llegamos a tener un Windows 9 y el gigante de Redmond tuvo una razón de peso para que así fuese. Recordamos la historia que llevó a Microsoft a saltar hasta Windows 10 para darle un giro a su SO.
Primer gran lanzamiento de Nadella
En 2015 llegó el software que sustituyó a un Windows 8 que no llegó a calar entre los usuarios. Como ya publicamos en julio de 2015, "el próximo 29 de julio será una fecha importante para Microsoft, puesto que es el día en el que se lanzará a nivel global Windows 10 con el que esperan ser capaces dejar atrás los sinsabores de Windows 8, y de paso intentar transmitir la imagen de que son una empresa renovada y volcada con la comunidad".
Adiós a un Windows 9 que nunca existió. En 2014, Satya Nadella fue elegido como sustituto de Steve Ballmer en el puesto de CEO de Microsoft. El lanzamiento de 2015 sería su gran puesta en escena.
Sin embargo, quien se pronunció al respecto de este cambio más abiertamente en su momento fue Joe Belfiore, vicepresidente de sistemas operativos de Microsoft. De acuerdo con sus palabras, el cambio "es por el producto en sí. Cuando veas Windows 10 funcionando, estarás de acuerdo en que es un nombre más apropiado".
Un sistema operativo innovador
Windows 8 y su seguidor, el 8.1, quisieron ser una revolución, pero fueron unos incomprendidos. Los dispositivos móviles inteligentes ya estaban en nuestras vidas y Microsoft quiso un SO que pudiera servir para unificar la interfaz del móvil con la del ordenador.
Windows 8 apostó por un diseño con baldosas que no acabó de convencer del todo. Windows 8.1 llegó para permitir que pudiéramos iniciar sesión directamente en el escritorio clásico (o con las baldosas, según elección).
Por tanto, todo apunta a que el gigante creado por Bill Gates quiso romper con un SO que no convenció y para quitar la continuidad que supondría poner un 9 en una nueva versión, saltó al 10. El salto de versión fue una forma de marketing para "separar" el Windows 10 de su antecesor. Paradójicamente, una gran novedad del 10 es que retomó el clásico menú de inicio y es que quitarlo nunca convenció.
Y en realidad sí funcionó la idea si vemos las cifras. En 2018 pasaba a ser por primera vez la versión de Windows más usada en el ámbito empresarial y en 2019 Windows 10 arrancaba como el sistema operativo de Microsoft con mayor cuota de mercado, a pesar de lo que costó que la gente abandonase Windows 7.
De hecho, Windows 11 ha llegado con poderío, pero no ha logrado el éxito de Windows 10 en sus primeros meses.
Ver todos los comentarios en https://www.genbeta.com
VER 10 Comentarios