Ayer os contábamos cómo la startup española Jobandtalent.com había anunciado una segunda ronda de despidos. El tema era bastante peliagudo, pues junto a los despidos también se anunciaba un crecimiento en sus ingresos, lo que hizo que casi todos los comentarios y titulares que surgieron en medios y redes sociales fueran principalmente negativos.
Esto ha hecho que en Twitter se abra un interesante debate sobre hasta qué punto las startups están pasando de ser atractivos y meritorios modelos de negocio a convertirse en el centro recurrente de todas las críticas. Y también sobre cómo precisamente por esto, casos como el de Jobandtalent acaban perjudicando a todo el sector.
Como en Genbeta nos gusta hablaros y presentaros nuevas startups españolas siempre que podemos nos ha interesado especialmente este debate. Por eso hemos decidido contactar con algunos de sus protagonistas, especialistas del mundo del emprendimiento y periodistas que puedan darnos su particular punto de vista.
Hemos hablado con Juan Macías, CEO de deMartina.com, consejero de Adigital (Asociación Española para la Economía Digital) e inversor y advisor en varias start-ups. También con Juan Luis Hortelano, Cofundador y director en Plug and Play España, Jaime Novoa, trabajador de K Fund que antes tuvo un medio llamado Novobrief, y Marek Fodor, co-fundador de Atrapalo, elecciones.es y ahora en Kantox.
Con todos ellos hemos hablado de lo mismo y a todos les hemos hecho las mismas preguntas. Y como veréis, las diferentes respuestas de cada uno de ellos nos exponen todos los puntos de vista que forman este interesante debate.
¿Se critica demasiado a las startups?
Es la pregunta del millón después del ruido surgido por los problemas de Jobandtalent, y aquí la mayoría de las opiniones, sobre todo desde dentro del mundo emprendedor, van en la misma dirección. ¿Por qué? Según Juan Macías el problema está en que siempre hablan los detractores antes que los promotores de las startups. "Primero se ataca y después se justifica cuando algo ha salido mal", nos dice.
Los ataques afectan más aún cuando hay envueltas situaciones más o menos dedicadas, como EREs, o quiebras que afectan a todo el sector en mayor o menor medida según Juan Luis Hortelano. "A los críticos con todo les da mas razones para atizar y regodearse", nos dice, y asegura que esa actitud le da a los medios "carnaza para llenar páginas".
Esta situación muchas veces se agrava cuando las explicaciones por parte de los emprendedores tardan en llegar o no llegan. Esto no siempre es culpa de ellos, ya que hay que tener en cuenta que detrás de sus startups hay inversores, cada uno con sus propios intereses. "Muchas veces los emprendedores no contestan porque no pueden", nos dice Macías, "porque a lo mejor perjudican aún más a su empresa."
También nos dice que al final emprender es eso, intentar sacar adelante tu idea, algo para lo que siempre hay que tomar riesgos: "Muchas veces las cosas no salen mal porque tu quieras, sino porque el entorno o las circunstancias o el business plan no se ha cumplido, y eso está dentro de los riesgos de emprender".
Marek Fodor por su parte tiene otro punto de vista, y asegura que el problema del sector es otro: "Lo que fastidia es el amarillismo, los artículos y titulares que buscan polémica y manipulan a la verdad", nos dice. "Un ejemplo claro de muchos es el titular 'Juicio a La Nevera Roja' que alguien publicó en su día, cuando el artículo hablaba de líos entre accionistas en otra empresa, alguno de ellos con vínculos a La Nevera Roja".
Para Jaime Novoa en cambio, el problema tampoco va únicamente por esos derroteros, ya que también ve parte de culpa en que los periodistas tengan tan difícil obtener datos sobre startups debido a la opacidad de muchos emprendedores. "Por este motivo, mas allá de cubrir rondas de financiacion o venta de empresas, es mucho mas fácil escribir sobre despidos, cierres de empresa o rumores de que la empresa X va mal".
Eso sí, nos dicen que los medios especializados no están exentos de culpa, ya que el periodisimo de startups que se hace en España deja bastante que desear. A su parecer, la mayoría de periodistas no hablan con suficientes fuentes ni corroboran datos para estar seguros de lo que van a escribir. "Tendemos a ir a la historia fácil, al titular rimbombante, y a lo que mas visitas va a aportar".
¿Cómo afectan los errores de unos a los demás?
Si nos acordamos de casos como el de los extremeños Zetta, recordaremos que provocó que muchos hablasen mal por defecto y desconfiasen del resto de empresas españolas que se dedican a hacer dispositivos tecnológicos. Incluso algunas empresas tuvieron que publicar vídeos de su taller de ensamblaje. Pues algo parecido pasa con el resto de startups en general cuando hay otras polémicas.
Por eso, para Hortelano los errores de las startups afectan tanto a los inversores involucrados como quienes están empezando a entrar en el sector, ya que son cosas que generan desconfianza y restan credibilidad por la tendencia a generalizar. "Lo cual afecta a otras startups en proceso de conseguir financiación y a los trabajadores que se ven envueltos en estos problemas a nivel personal. Afecta a todos".
En la misma dirección se mueve Juan Macías, pero puntualizando que los problemas llegan sobre todo cuando la mala prensa llega a los inversores de otros países. Por eso, asegura que si hablamos más de los fracasos que de los aciertos de nuestras startups "desde fuera se ve como que lo hacemos las cosas mal, cuando en España hay un largo recorrido de tecnología querida por empresas extranjeras que es muy fuerte".
Novoa también coincide en la negatividad que pueden tener ciertas informaciones periodísticas sobre una startup, sean con fundamento o no. "Para la startup es mucho más complicado responder o defenderse de ciertas acusaciones", nos explica. Esto se debe como hemos dicho antes a que no puede desvelar ciertas cifras, pero también a que prefieren invertir su tiempo en conseguir clientes en vez de salir al paso de los artículos sobre ellos.
Marek Fodor ya ha escrito sobre lo difícil que escribir sobre startups y más todavía discernir lo bueno de lo malo. Y esto es un problema que afecta a todos, ya que como leemos en su artículo, aunque dos startups opten por tomar un mismo camino, cuando una triunfa es porque han sabido moverse bien, mientras que si no lo consiguen es porque han ido dando tumbos.
¿Entonces, qué se puede hacer?
Por lo tanto vemos que aunque hay diferencias de opinión sobre si la prensa ataca demasiado o no a las startups, en lo que todos parecen estar de acuerdo es en que los efectos de las críticas sí que pueden acabar siendo un problema para todos los emprendedores, sobre todo cuando cruzan nuestras empresas. Pero entonces, ¿hay algo que se pueda hacer para acabar con el debate?
"Si habláramos equitativamente de ambas cosas no pasaría nada", es la conclusión de un Juan Macías, que asegura que el daño se hace cuando se habla sólo de lo malo. Después de todo, como hemos dicho antes, que las cosas salgan mal es un riesgo implícito de emprender, por lo que Macías nos insiste en que no hay que tenerle miedo.
Para Novoa la clave, más allá del papel que puedan jugar los periodistas, la dio ayer Iñaki Arrola, fundador de coches.com, al hablar de las duras críticas que se vierten por quienes ya no están en una empresa pero que no decían nada mientras las cosas iban bien. "Creo que si no les muerdes la mano antes, no la muerdas después y deja tu trabajo como un señor".
Juan Luis Hortelano concluye diciéndonos que el problema no es la crítica en sí, que siempre debe de existir, sino el exceso de sangre, de declaraciones y de acusaciones sin probar ni contrastar. Para ello también hace referencia al problema citado por Novoa, diciendo que cuando las cosas están mal siempre es fácil encontrar a gente afectada. "Quizás el dar voz a esa gente dolida, de forma anónima, pero sin contrastar esas acusaciones o afirmaciones es lo que se debería de evitar".
Fodor concluye reflexionando sobre cómo el periodismo crítico y de calidad ayuda al ecosistema porque busca la verdad, pero que el amarillo busca clicks y manipula la verdad. "El tiempo pondrá a cada uno en su sitio", nos dice. "La única defensa efectiva ante el periodismo amarillo es no darle clicks ni retuits. No atender a los periodistas sin profesionalismo o ética. Ignorar".
Imágenes | Jon S, Rosa Menkman y Steven Zwerink
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