Hubo un tiempo en el que 'Messenger' no era sinónimo de la aplicación de mensajería instantánea de Facebook, y en el que la gente no charlaba con sus compañeros de clase usando WhatsApp. Si estás pensando "Bueno, no hace tanto de aquello", piénsatelo mejor: este verano, MSN Messenger cumplió 23 años desde su lanzamiento, y 9 desde su cierre.
Para los que no conozcáis la aplicación de la que hablamos, MSN Messenger era la aplicación de mensajería instantánea de Microsoft ('MSN' son las siglas de 'Microsoft Network') y funcionaba iniciando sesión con nuestras cuentas Hotmail (lo que ahora conocemos como Outlook.com, vaya). Y sí, Hotmail era por aquel entonces el servicio de e-mail más usado con mucha diferencia (Gmail no se lanzó hasta 2004).
Y, aunque bien es cierto que MSN Messenger no fue la primera aplicación de mensajería instantánea (ICQ fue el pionero, y hasta AIM o Yahoo! Messenger, por ejemplo, habían llegado antes), sí fue el primer contacto con este concepto para la mayor parte de los usuarios del momento, que antes sólo habían conocido la comunicación mediante e-mail o mediante chats IRC.
'Nostalgia te ha enviado un zumbido'
Y, para muchos de ellos, fue un elemento básico de sus (nuestras) relaciones sociales preuniversitarias (y hasta protouniversitarias), con todo el drama adolescente que suponía, por ejemplo, que algún amigo te pusiera en la lista de 'no admitir' (de lo cual te enterabas gracias a conversaciones cruzadas, cuando otro amigo te decía que sí, que estaba conectado cuando tú no podías verlo).
Visto con la distancia de los años, lo cierto es que su estética resulta (entrañablemente) aberrante, con esos emojis (por aquel entonces sólo decíamos 'emoticonos') tan particulares, esa función para sustituir letras por dichos emojis, ese abuso infame del 'arte ASCII' y -sobre todo- esas horribles tipografías personalizadas: si tu contacto decidía escribir en letras 'Comic Sans' de color fucsia, así te salían a ti sus mensajes (y, por aquel entonces, la Comics Sans lo petaba).
Ah, qué pesadillas recordar eso. Pero, eh, usuarios de la 'generación TikTok', a vosotros os dará vergüenza dentro de 10 años, no os equivoquéis. Para compensar, empezaréis a recordar con nostalgia incluso las cosas de TikTok que os ponen de los nervios hoy en día, como nos pasa ahora a nosotros con el característico 'tinuní' de las notificaciones de mensajes, o con los míticos 'zumbidos' que los usuarios podían enviarse entre sí, que no sólo lograban que tu ordenar sonara como una sala de juegos llena de máquinas de pinball, sino que encima hacía vibrar la ventana de conversación.
Microsoft no supo qué hacer con su Messenger y lo mató
Google está feliz de que Microsoft no tuviera ni idea de qué hacer con Windows Mobile, lo que abrió las puertas para el triunfo de Android. Pero nada puede compararse con la sonrisa que pondrá Mark Zuckerberg cuando recuerde lo que hicieron los de Redmond con MSN Messenger (que podría haberse convertido en el WhatsApp-en-lugar-de-WhatsApp si hubiera logrado gestionar el salto a lo móvil)... o con MSN Spaces, ya que estamos (una red social vinculada también a las cuentas Hotmail, que podrían no haber dejado espacio a los grupos de Facebook).
Sin embargo, fue Microsoft quien empezó a mutilar MSN Messenger, quitándole funciones, despistando a la gente al renombrarlo como 'Windows Live Messenger' y finalmente, matándolo a traición porque acababan de comprar Skype por 8.500 millones, y claro, entendían que eran programas equivalentes que no podían coexistir. Os haré un spoiler: no conozco a nadie que empezara a utilizar entonces Skype de forma equivalente a cómo habían venido utilizando MSN Messenger (y/o para hablar con la misma gente, vamos).
Una curiosidad: MSN Messenger empezó como 'cliente pirata' de AIM
Cuando MSN Messenger abrió sus puertas a mediados de 1999, tenía acceso a la descomunal base de usuarios de Hotmail, sí, pero muchos de los que podían estar interesados en la mensajería instantánea ya tenían cuentas abiertas en servicios rivales; en Estados Unidos (y otros países) el más popular era AIM (AOL Instant Messenger).
Así que la compañía desarrolladora de Windows, Office e Internet Explorer no tuvo mejor idea que hacer 'trampa' y recurrir a la ingeniería inversa para lograr que las primeras versiones de su Messenger pudieran conectarse a la misma red que AIM, y así vender públicamente su interoperabilidad con aquella (y con ello, la posibilidad de chatear con sus amigos que ya usaban AIM).
"Por supuesto, nadie había avisado de esto a AOL, y no estaban contentos". David Auerbach, el ingeniero de Microsoft responsable de ese truco, lo contó todo en un extenso artículo publicado hace unos años con el título 'Chat Wars':
"No teníamos la "clave" para decodificar el protocolo de AIM. Pero lo que mi jefe y yo podíamos hacer era registrarnos para obtener una cuenta de AIM y luego ver las comunicaciones entre el cliente de AIM y el servidor utilizando un monitor de red, una herramienta de desarrollo utilizada para rastrear las comunicaciones de red dentro y fuera de un PC. De esa manera pudimos ver el protocolo que AIM estaba utilizando".
"Rápidamente, AOL comenzó a bloquear Messenger para que no se conectara a sus servidores; [por el contrario] hacía que mostrase un mensaje que decía: "Use un cliente AOL autorizado en este enlace". Pero AOL sólo podía bloquear Messenger si eran capaces de descubrir que el usuario estaba usando Messenger y no AIM. Mientras Messenger enviara exactamente los mismos mensajes de protocolo a los servidores de AOL, AOL no podría detectar que Messenger era un impostor".
Tras varios tiras y aflojas, en los que AOL modificaba levemente su protocolo y Microsoft contestaba adaptándose a los pocos días u horas, AOL se cabreó y contestó con una trampa aún mayor: aprovechó un agujero de seguridad propio para inyectar código malicioso en MSN Messenger. El tema terminó en los medios y Microsoft se rindió... aunque para entonces ya había logrado hacerse con una prometedora base de usuarios activos que no haría más que crecer en los siguientes años.
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