Cinco dinámicas que sientan fatal a la Generación Z de sus empresas y sus jefes en la era del teletrabajo

La generación nacida entre 1997 y 2012, según muchos estudios e informes, no se compromete con el lugar de trabajo de la misma forma que los boomers o la generación X han hecho en las últimas décadas

Hace unos días veíamos cómo los jefes de Apple enviaron un mail a sus empleados a las 7 de la  mañana preguntando por el teletrabajo... y no sentó bien a la plantilla. Este noticia tuvo muchos lectores y no es para menos: aunque muchas veces se habla de qué buscan las empresas en los empleados, no hay que olvidar que los empleados también tienen poder de decidir qué aceptan y qué no de sus empresas.

En un momento donde el mercado se encuentra dinámico, los trabajadores pueden exigir ciertos requisitos mínimos a sus empresas para aceptar los trabajos (de hecho, hay red flags para entender que un trabajo no será un lugar ideal, hablando con los futuros jefes en las entrevistas de trabajo).

Mientras que ya hemos visto que la Generación Z tiene ciertas exigencias que han venido a poner en jaque a las dinámicas laborales tradicionales; y también que muchos jefes se quejan de la ética laboral de los más jóvenes... hoy vamos a hacer un repaso por lo que pueden detestar los trabajadores y trabajadoras nacidos entre 1995 y 2009 en la era del teletrabajo (que muchas empresas han adoptado para siempre y otras de forma híbrida, intercambiando con la oficina).

Los jefes que no dan feedback

Los trabajadores jóvenes necesitan que sus jefes les den 'feedback' constante. Las redes sociales y los 'me gusta' han hecho mella. “Crecer en la era digital de la retroalimentación instantánea y la gratificación de las redes sociales es un factor fundamental para que los trabajadores más jóvenes quieran  más retroalimentación en la oficina”, son las palabras de KeyAnna  Schmiedl, directora de experiencia humana de la firma de software de  gestión de capital humano Workhuman.

Schmiedl dijo que los  empleadores deben encontrar una manera de traducir el mundo de "me  gusta" en la cultura del lugar de trabajo y la mejor manera de hacerlo  es reforzando las acciones positivas con un sistema de recompensa claro.

Trabajos sin propósito alguno

La Generación Z recibe muchas  críticas por sus protestas hacia el sistema laboral y hacia el sistema  económico actual. Al mismo tiempo, ya hemos visto que la juventud se plantea la relación con su trabajo mucho más relajadamente que las generaciones anteriores porque, simplemente, han asumido que no les da para vivir holgadamente y, por tanto, prefieren tener trabajos que tengan un fin positivo, más allá del dinero.

Desde que comenzó la pandemia hace cuatro años ahora, el compromiso ha disminuido drásticamente entre los trabajadores jóvenes y de mediana edad.  Un informe de Gallup ha medido el compromiso de los empleados a través de 12 factores, la mayoría de los cuales evalúan los sentimientos de satisfacción,  reconocimiento y de ser atendidos y apoyados.

Máximo estrés: los trabajadores se han hartado

Puede que la Gran Dimisión  haya terminado, pero las actitudes hacia el trabajo se han alterado desde antes de la pandemia. Según el índice de confianza de la fuerza laboral de LinkedIn, el 46% de los trabajadores quiere dejar su trabajo en 2024. De esos trabajadores, el 51% cita el agotamiento como una razón para querer irse.

Ya habíamos visto que estamos a niveles récord de estrés y, al mismo tiempo, tanto los líderes como los trabajadores están menos dispuestos a defender el paradigma de trabajar en exceso a toda costa. Incluso en China se está observando esta tendencia.

A pesar de que muchos jefes hablan de que con el teletrabajo ha caído la productividad y que hay trabajadores que se zafan de sus tareas (algo que alegan sin pruebas y que muchos expertos en recursos humanos dicen que es para echar balones fuera), afirman desde Harvard Business Review que "la nueva era del trabajo flexible ha fomentado una cultura de exceso de trabajo, que está resultando perjudicial para la salud mental de los empleados".

En este contexto, es la juventud la que más estrés y presión siente. Para el estudio, titulado "Salud bajo demanda", Mercer encuestó a casi 18.000 empleados de países  de todo el mundo (China, México, Estados Unidos, Italia, Brasil,  Indonesia, España, Hong Kong, India y Países Bajos). De los nacidos a  partir de 1997, el 52% de los empleados dijeron haber experimentado estrés en el trabajo.

Que sus jefes no respeten la salud mental y todas sus aristas

La generación Z ha sido calificada como la Generación de cristal (como ya se hizo anteriormente con los millenials) y eso muchas veces sirve para desacreditar sus quejas. A pesar de esto, claro está que a la juventud le preocupa la salud mental-la propia y la de las otras personas- y que, además, la padecen

Las redes sociales y el mundo en el que están creciendo tienen gran parte de culpa (muchas personas que se están integrando ahora en el sistema laboral estudiaron su universidad encerrados en casa por culpa de una pandemia mundial). 


Un estudio de la Revista Fortune,  habla de la importancia de la salud mental. Y dice que, mientras el estrés de adaptarse al trabajo después de los años universitarios ha  sido una lucha universal por la que muchas generaciones hemos pasado, hay una nueva investigación que sugiere que también se está convirtiendo cada vez más en una lucha generacional y de género.

Con esto, es interesante conocer una investigación que muestra que de todas, la generación Z, se declara como la menos feliz. Dos factores estaban fuertemente correlacionados con la felicidad de la generación Z: cuánto tiempo tenían para dormir y relajarse los fines de semana, y,  sobre todo, tener un sentido o un propósito. Y aquí es donde entra en  juego el sistema laboral.

Que la empresa no ofrezca posibilidades de aprendizaje

Un estudio de LIMRA y Ernst & Young, ha mostrado que la Generación Z y los millennials priorizan los beneficios laborales no convencionales más que las generaciones mayores. Por ejemplo, el 40% de los  encuestados de la Generación Z desea apoyo para poder hacer frente a sus  estudios. De la Generación X solo un 21% respondió que esto les  interesaría. Concluye Forbes que la gente joven también tienden a querer beneficios de bienestar, incluidos beneficios de salud mental y fitness.

Además, según una encuesta externa  realizada por Amazon y Workplace Intelligence, los trabajadores más  jóvenes no creen que sus empleadores estén cumpliendo lo que les han  prometido, y el 74% afirma que es probable que deje su trabajo en el  próximo año. La mayor razón que las personas de la generación Z y de los  millenials para dejar su trabajo es si ven que están en un sitio sin falta de oportunidades de desarrollo.

Imagen | Foto de Nicolas Lobos en Unsplash

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