Prince continúa peleando contra la piratería desde la tumba. Este es el ayer y el hoy de su lucha

Prince continúa peleando contra la piratería desde la tumba. Este es el ayer y el hoy de su lucha

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Prince continúa peleando contra la piratería desde la tumba. Este es el ayer y el hoy de su lucha

Hace poco más de una semana la actualidad informativa nos sorprendió con una triste noticia: Prince había fallecido a sus 57 años. Su muerte, de hecho, llevó aparejada la difusión de no pocas recopilaciones, curiosidades, artículos genéricos y un largo etcétera que sirvieron para encumbrar su trayectoria y homenajear al que fue todo un icono de la música.

Sin embargo, la cosa no ha quedado ahí, pues ahora Torrent Freak (TF) ha dado a conocer otro dato que ha llamado poderosamente nuestra atención: que el cantante sigue luchando contra la piratería desde el más allá. Pero expliquémonos, porque no, este líder de masas no ha resurgido de sus cenizas para seguir defendiendo los derechos de autor.

Las solicitudes de Google

Npg Music

Sí, porque según cuesta este medio, Google continúa recibiendo cientos de peticiones diarias para “echar abajo” contenido relacionado con el artista que infringe los derechos de autor y que abarca desde vídeos hasta otro tipo de enlaces para piratear canciones de Prince, a temas inéditos, tomas falsas, etcétera.

La mayoría vienen de Web Sheriff, una empresa antipiratería con sede en el Reino Unido que ofrece diferentes servicios para defender la propiedad intelectual, los derechos de autor y la privacidad, y que se centra en estudios de cine, sellos discográficos, medios de comunicación, celebridades y similares. Una compañía con la que Prince participó en vida y que ahora ha decidido brindarle todo su apoyo mediante el envío de estas solicitudes.

Prince Imposter

Algo que no nos extraña, especialmente si tenemos en cuenta que al solo a través de Kickass Torrents fueron 100 mil las personas que accedieron a su música. En concreto y tal y como cuenta TF, el número de avisos presentados a los de Mountain View durante la semana del 25 de abril asciende hasta 1.265.

Unas peticiones que, en su gran mayoría, el gigante tecnológico ya ha solucionado (eliminando los enlaces de sus resultados de búsqueda). Tan solo un mes antes, la entidad (Web Sheriff), presentó otras 278 solicitudes en tan solo una semana. Unos movimientos que, queda claro, cumplen con los deseos de Prince y que se centran en copias no autorizadas desde el 2014.

Prince y la piratería

Rip

Al margen de lo comentado y como apuntábamos al inicio de este artículo, el enfado de Prince con Internet fue ciertamente palpable durante su trayectoria. De hecho, su crítica a una generación que se había acostumbrado a la música “barata y gratuita” fue una constante de su discurso, y su elección de los servicios online que tenían acceso a su música tremendamente cuidada.

Una postura curiosa, por otra parte, sobre todo si tenemos en cuenta que el propio Prince tenía algo de techie, pues a lanzó un sitio llamado NPG Music Club que permitía a sus fans acceder a su música a través de una suscripción de pago de 100 dólares anuales. Un sitio que incluso llegó a ganar el premio Webby por su trayectoria en 2006 y que se comprometía a publicar al menos tres nuevas canciones al mes.

Paradójicamente, ese mismo verano, la página se cerró. Un cese que tuvo lugar como consecuencia de una demanda interpuesta por la editorial inglesa HM Publishing Holdings, que alegaba que el nombre de la web era la misma que la de su división de libros de ciencia Nature Publishing Group. El sitio se cerró 24 horas después, aunque el representante de Prince siempre lo atribuyó a una casualidad (y en absoluto a la disputa referida) y aseguró tener los permisos correspondientes de la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos.

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Asimismo, el cantante envió un correo electrónico a sus suscriptores, en el que aseguraba que entendía que ya habían ido tan lejos como habían podido y que se disponían a dar un segundo paso para seguir creciendo. Un mensaje cargado de coloquialismos y cercanía que se cerraba con “la venida de una gran época de gran reflexión y oportunidades” de las que tenían intención de apoderarse de “todo corazón”.

Seis años después, no obstante, el artista manifestó en una entrevista en The Guardian su intención de dejar de grabar hasta que la piratería no estuviera controlada en Internet, una conversación en la que no dudó en manifestar su animadversión hacia sitios como YouTube y similares. “La industria ha cambiado”, criticaba ya entonces.

“Nadie está ganando dinero ahora, excepto las empresas de telefonía, Apple y Google. Se supone que tengo que ir a la Casa Blanca para hablar sobre la protección de los derechos de autor. […] Es como la fiebre del oro, o un robo. No hay límites, así que pienso aplazar las grabaciones”. En el mismo momento aprovechó para comentar que no soportaba la música digital porque “recibes el sonido a trocitos, esto afecta al cerebro. Cuando lo reproduces no puedes sentir nada”, matizaba. “Somos gente analógica, no digital”.

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Pero no fue la única de sus acciones sino que a finales de enero de 2014, Prince demandó hasta a 22 personas por distribuir vídeos de sus actuaciones en directo. Unos usuarios a los que exigió hasta 22 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios y a quienes acusó de participar en la “infracción masiva y contrabando de material de Prince” con cada una de sus páginas web que contribuían a “miles de actos separados de contrabando e infracción”.

Sin embargo, tras las numerosas críticas recibidas en redes sociales que afirmaban que el artista sería recordado no solo por su música sino también por “odiar a sus fans” (entre otros), decidió retirarla apenas una semana después. Eso sí, continuó defendiendo entonces que los vídeos de los conciertos debían distribuirse después de que el artista involucrado lo autorizase y que, en su opinión, no hacerlo constituía una violación de los derechos de autor e imagen.

En todo caso, parece que no todos estaban de acuerdo con las críticas, pues es obvio que la música de Prince no es lo único que se mantiene viva –durante los cuatro días siguientes a su muerte vendió 650 mil álbumes y más de 2,8 millones de canciones-, sino también esta ardua lucha contra la piratería a la que nos hemos referido a lo largo de nuestro artículo y que, al menos de momento y dado su número de defensores, no le hará revolverse demasiado en su tumba.

Imágenes | Torrent Freak

En Genbeta | Prince afirma que "internet está acabado"

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