WhatsApp es una aplicación que no le cae bien a todo el mundo. Cuando hablamos de ella enseguida muchos la criticáis asegurando que hay alternativas mejores, ha tenido numerosas polémicas relacionadas con la privacidad, y el hecho de que Facebook la comprase en 2014 ha ayudado hasta hoy a mejorar su fama... si acaso al revés.
Pero por mucho que las críticas estén justificadas y que efectivamente haya algunas aplicaciones bastante más innovadoras, mucho me temo que WhatsApp no sólo sigue sin mostrar signos de debilidad, sino que en el último año se ha ido labrando el terreno para seguir liderando el sector por muchos, muchos años.
Sí, esto puede ser doloroso para quienes nos gusta defender alternativas, pero hay WhatsApp para rato. La aplicación ya está posicionada, lo consiguió cuando era de pago y frente a alternativas gratuitas, por lo que ahora que ya no exige ningún tipo de cuotas su crecimiento parece imparable y no hay alternativas potentes a la altura.
Nadie dice "el telegram", dicen "el guasap"
Son pocas, muy pocas las aplicaciones que consiguen la suficiente repercusión como para acabar siendo introducidas en el vocabulario de nuestro día a día, y el WhatsApp es una de ellas. ¿O debería decir "el guasap"? Sea como sea, muy poca gente dice envíame un Telegram o espero que me escribas en el Hangouts. Quizá muchos tecnófilos lo digamos, pero la mayoría de la gente de a pie no, y esa es una tendencia muy difícil de cambiar y que demuestra cual es la realidad.
Más allá de nuestro vocabulario las cifras también le acompañan, porque al final la clave siempre está en el número de usuarios que te utilizan. El pasado 1 de febrero WhatsApp anunció que había superado la barrera de los mil millones de usuarios, una cifra sólo igualada por Facebook Messenger el pasado mes de julio.
Aplicación | Usuarios activos al mes | Última actualización |
---|---|---|
| 1.000 millones | 1/02/2016 |
Facebook Messenger | 1.000 millones | 20/07/2016 |
QQ Mobile | 853 millones | 22/03/2016 |
| 697 millones | 17/03/2016 |
Skype | 300 millones | 30/03/2016 |
Viber | 249 millones | 30/04/2015 |
Line | 218 millones | 28/04/2016 |
Telegram | 100 millones | 23/02/2016 |
A ambas aplicaciones le sigue la china QQ Mobile con 853 millones de usuarios activos al mes, WeChat con 697 millones y Skype con apenas 300 millones. Le sigue de cerca Viber con 249 millones, Line con 218 millones, y detrás de todos ellos en la cola nos encontramos con Telegram, que apenas tiene 100 millones de usuarios activos cada mes. Y bueno, Google ni siquiera ofrece datos sobre Hangouts.
Si quitásemos de la lista a un Facebook Messenger que quizá juega con ventaja al ser la aplicación utilizada como chat normal en la web de la red social, tenemos como resultado que la cantidad de usuarios de WhatsApp es prácticamente incontestable, y que ni los gigantes chinos, ni el músculo de Microsoft con Skype, ni la buena fama de la que gozan otras apps como Telegram parecen ser suficiente para hacerle sombra.
Si miramos los datos de Statista sobre el crecimiento de las aplicaciones de mensajería en todo el mundo durante el último año, también vemos que aunque hay aplicaciones como Line o Facebook Messenger con un mayor crecimiento, del 57% y el 53% respectivamente, WhatsApp sigue manteniendo un buen ritmo del 37% superior al del resto de aplicaciones con menos usuarios de la lista de arriba.
Esto quiere decir que si las cosas siguen como están, los números dicen que WhatsApp seguirá manteniendo su trono como la aplicación de mensajería más utilizada del mundo, y que la única con posibilidades de quitárselo sería Facebook Messenger. Ambas empresas pertenecen a la red social de Zuckerberg, por lo que en cualquier caso Facebook tiene asegurado su liderato en el sector durante los próximos años.
También mantiene el ritmo en innovación
Es verdad que WhatsApp tiene un cliente web para PC que está lejos de ser tan útil como el instalable de Telegram o que está tardando en implementar funciones que otros llevan meses ofreciéndole a sus usuarios, pero esto tampoco parece que vaya a ser un problema para su futuro. Simplemente no necesita llevar la iniciativa tecnológica.
Le pasa algo parecido como a Samsung o Apple en el mundo de los smartphones, tiene una base de usuarios lo suficientemente grande y fiel que no necesita arriesgarse a dar el primer paso con ciertas tecnologías. Es suficiente con dejar que sean otros quienes las prueben, y si parece que funciona y a los usuarios les gusta y se lo piden pues entonces dan el paso de ponerse al día.
Pero eso no quiere decir que se duerman en los laureles, porque durante todo este 2016 ha estado implementando nuevas funciones sin parar. Menciones, stickers, GIFs, emojis grandes, clientes para escritorio, cifrado de extremo a extremo, llamadas IP, son muchas las las novedades ya presentes en otros servicios que han ido incluyendo, la última de ellas la de las videoconferencias este mismo mes de noviembre.
El resultado es que sí, van tarde con la mayoría de las cosas, pero a la hora de hacer balance nos encontramos con que al final acaba ofreciendo las mismas funciones que los demás. Y lo hace calculando los tiempos lo suficientemente bien como para, en general, no dejar que la competencia tengan grandes funciones que ellos no tienen durante el tiempo suficiente como para que se pueda convertir en un problema.
Las polémicas tampoco son un problema
Aunque nosotros intentamos que esto cambie, la verdad es que a día de hoy a los usuarios de a pie en general el que una aplicación cuide mejor o peor de su privacidad no les importa tanto como que simplemente funcione, y que con ella puedan comunicarse con todos los sutos. Eso hace que polémicas como la de el compartir o no compartir datos con Facebook no causen demasiado efecto y que no sean suficiente para que se pueda plantear una migración masiva de usuarios.
A lo que se reduce todo es a que mi madre, mi amigo, y mi prima saben que con WhatsApp pueden hablar con todos sus conocidos, porque todos ellos tienen WhatsApp. Además, es difícil que vayan a complicar la vida instalando una segunda app que sólo vayan a utilizar de vez en cuando para hablar con dos o tres personas.
La gente quiere sencillez, y si no están interesados en los vaivenes del mundo tecnológico lo normal es que no se molesten en buscar alternativas a una aplicación que funcione lo suficientemente bien como para hacer lo que necesitan. Ni más ni menos.
Cuando alguien pone en la calle un cartel para anunciar la venta de su coche y piso al lado del teléfono ponen que atienden al WhatsApp, las familias, quintos, comunidades y compañeros de trabajo la utilizan para crear sus grupos, e incluso es una de las primeras aplicaciones que se utilizan en investigaciones criminales. El uso de WhatsApp está cada vez más arraigado y normalizado entre personas de todas las edades, y una vez han conseguido esta posición dominante es difícil que vayan a perderla.
Esto no quiere decir que sea imposible, pero con Google perdida en un laberinto de aplicaciones de mensajería, un Telegram que, aunque a los que lo utilizamos a diario, sigue teniendo un uso marginal, y unos Apple y Microsoft sin alternativas solventes, parece difícil que el gran sucesor de WhatsApp esté cerca. Lo siento, tocará esperar.
Imagen | Marco Verch
En Genbeta | Estas son las novedades que ha incluido WhatsApp que ya estaban disponibles en otros servicios
Ver 37 comentarios