Hace no mucho mi compañero Miguel López mencionó a Minus como una alternativa más a la hora de compartir archivos rápidamente en Internet, en aquella comparativa de servicios Web para subir imágenes al instante. Es un servicio que, como es de esperar, ha seguido evolucionando.
Y vaya si ha evolucionado desde entonces. Minus mantiene su esencia como lo hacía entonces (sigue siendo posible compartir archivos arrastrando y soltando uno o varios a la ventana del navegador), pero de paso ha mejorado (y mucho) añadiendo nuevas funciones que harán las delicias de más de uno.
Cuentas de usuario y 10Gb de espacio en Minus
Es posible subir archivos a Minus sin registrarse en ninguna parte, pero la limitación sale pronto a la luz: los archivos tienen una vida de 30 días, tras los cuales son eliminados sin contemplaciones. Para compartir archivos casualmente, para una vez o para una emergencia puede ser útil, pero algunos buscamos más.
Si nos registramos en el servicio (de forma gratuita y pudiendo utilizar nuestras cuentas de Facebook o Twitter para hacerlo, ahorrándonos un paso) obtendremos automáticamente 10Gb de espacio para guardar archivos de hasta 2Gb cada uno (podemos obtener hasta 50Gb adicionales si traemos a nuestros amigos al servicio, al estilo Dropbox). Tenemos acceso también a un panel de control donde podemos manejar los archivos (y grupos de archivos) que hemos subido hasta la fecha.
Hice una prueba mientras redactaba este artículo: probé a subir cinco archivos, cinco PDF de no demasiado peso, de los que he usado en la universidad hace no demasiado tiempo. Inicié sesión con mi cuenta de Facebook, arrastré los cinco documentos a la ventana (usaba Firefox 6) e inmediatamente estaba el lote creado y los archivos subiéndose en segundo plano. ¿Si quieres añadir más archivos al lote? El gesto es tan simple como que únicamente es necesario arrastrar los nuevos archivos a la ventana. Es rápido y es simple.
Hice una segunda prueba: subí varias imágenes en un segundo lote. No las comprimí ni las traté: simplemente tuve que arrastrar de la Galería Fotográfica de Windows Live a la ventana de Firefox con Minus abierto. De nuevo, arrastro, espero a que se suban… y ya está. ¿Si quiero compartir el álbum? En la misma página aparece un cuadro con una URL única, que podremos copiar y pegar. Es una URL cortísima, que cabe en un mensaje de Twitter de sobra. Como en el caso de mi álbum con cuatro fotos mal tomadas.
Es de agradecer que los archivos soportados (de texto plano, imágenes, vídeos y canciones) puedan visualizarse directamente en el servicio, y que se muestren miniaturas en el caso de, por ejemplo, los archivos PDF. Prometen mejor soporte para otros archivos como los de Office en poco tiempo. Y permiten subir cualquier tipo de archivo al servicio (y no prohíben hacer hotlinking, aunque piden por favor que se limite esta práctica), no poniendo mayor restricción que el límite de peso (2Gb para cada archivo) y el límite de archivos por lote (100).
Cuando creamos nuestra cuenta en Minus obtenemos, de regalo, un perfil en el que podemos mostrar también los lotes que más nos gusten (los marcamos en la página de cada uno, seleccionando ‘public’). Toma prestado de Twitter el concepto de ‘follower‘ y ‘following‘, con un timeline en el cual podemos ver los lotes que nuestros contactos han subido al servicio. Todo en una interfaz muy limpia y agradable a la vista (pudiendo alternar entre fondo oscuro y claro a voluntad).
Pareciéndose a CloudApp: aplicaciones de escritorio de Minus (y más)
Es inevitable comparar Minus con el rey de las aplicaciones de este tipo, CloudApp. El concepto no es nuevo pero fue CloudApp quien lo popularizó en los últimos tiempos. Y, justo como CloudApp, Minus también tiene sus aplicaciones para tener en los respectivos sistemas operativos.
Cuenta con clientes para instalar en Windows, OS X y Linux, todos ellos con el funcionamiento que podemos esperar de una aplicación de este tipo: icono en el área de notificación del escritorio, y archivo (o lote de archivos) que queramos subir lo arrastramos al icono. En este caso hay una sutil diferencia: en lugar de soltar los archivos en el icono los soltaremos en el globo que se muestra inmediatamente después. De nuevo, esperamos y ya.
Aunque los clientes de escritorio no se limitan a eso: también permiten manejar la inmensa parte del servicio sin necesidad de abrir el navegador. Podemos ver la especie de timeline con nuestros contactos, podemos ver los últimos lotes que hemos subido (y copiar la URL por si queremos pegarla luego, por ejemplo, en un correo electrónico o un mensaje para Twitter), y podemos editarlos y eliminarlos.
Aunque, hablando de aplicaciones, Minus cuenta con más aplicaciones, como clientes móviles (únicamente para Android y iOS, y con una versión para Windows Phone 7 en desarrollo) y extensiones para Chrome (en forma de extensión y de webapp) y Firefox, por lo que en términos absolutos gana a CloudApp en este ámbito. También posee una API que puede aprovechar todo desarrollador que quiera.
CloudApp, en cambio, ofrece espacio ilimitado y cuenta con más aplicaciones desarrolladas por terceros y que aprovechan su API (como algunos clientes de Twitter, por ejemplo Twiterrific). Elegir una aplicación u otra realmente es cuestión de gustos, y sinceramente yo voy a quedarme con Minus por su soporte multiplataforma out-the-box. ¿Cuál preferís vosotros? ¿Alguna otra alternativa?
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