Tras varias semanas investigando, he aprendido que lo que parecen unos señores hablando de hacerte millonario con ideas absurdas es realmente un problema enorme en España y las redes sociales son altavoz de estas estafas
Un día estaba echando un vistazo a Instagram por la noche un rato antes de irme a dormir y me apareció un anuncio de un señor hablando de cómo si sigues sus consejos vas a poner ganar muchísimo dinero. Hablaba de madrugar, hacer deporte, ducharte con agua fría... y comprar su curso para conocer más y llegar a facturar millones de euros.
Me pareció un discurso tan vacío, tan burdo el de ese anuncio, que decidí investigar un poquito sobre qué seguidores podría tener una persona así. Aquí una es periodista y los periodistas tenemos el problema de que somos gente curiosa.
Simplemente por mirar un poco este anuncio, comenzó el calvario: Instagram se me llenó de anuncios de hombres que saben cómo puedes hacerte millonario. En las stories se te cuelan anuncios, en el feed, en los reels te meten a estos hombres. Y solo había mirado un anuncio.
Me sorprendió este mundo paralelo que existe de personas diciendo estos discursos muy vacíos (a primera vista son vacíos, luego detrás hay mucho que analizar psico y sociológicamente) y comenté en Genbeta la posibilidad de hacer un reportaje al respecto.
Dudas de estafa piramidal
Empecé a seguir a un par de estos señores y, unos días más tarde salió el programa de Equipo de Investigación sobre Amadeo Lladós y todo el negocio montado detrás, con unas enormes sospechas de que es una estafa piramidal con tintes sectarios.
Lo primero que te recomienda es que te alejes de tu familia y amistades, gente con salarios mileuristas, porque si te rodeas de gente de esa mentalidad vas a ser igual que ellos y con gente como Lladós y su club, mentalidad ganadora, podrás ser millonario.
Ahí comprendí que lo que parecían unos señores hablando de cosas absurdas para sacar dineros a otra gente (si me pagas te enseño a ser millonario), era realmente un problema sistémico.
Preocupaciones sociales
A todo esto, yo ya conocía a David Pareja, un actor que, como él dice, divulga de 'masculinidad tóxica' en clave de humor, pero muy serio (porque son problemas serios), que me encanta y él es una de las personas que ha comenzado a dar mucho énfasis a este tema.
Y es que muchas familias, docentes o mujeres jóvenes, al ver que hablaba abiertamente del tema, le comenzaron a contactar para contar sus experiencias personales: que sus hijos, alumnos o sus novios están obsesionados con el discurso de Lladós o algún otro hombre similar y están gastando cientos y hasta miles de euros que no tienen en sus cursos, mentorías o incluso encuentros en persona, porque supuestamente si sigues sus enseñanzas pronto podrás ganar tu primer millón de euros en un año.
Para ello, tienes que tener su mentalidad de "ganador". Se propagan bulos y otra de las máximas de las que se habla en este tipo de perfiles es que lo que aprendes en el instituto, en una FP o en la universidad no sirve nada más que para ser un mileurista fracasado. También he llegado a escuchar en uno de estos vídeos que coparon cada rincón de mi Instagram es que si tu profesor es un panza (esto es alguien gordo, que no tieneun cuerpo musculado), no lo escuches porque si él no se respeta a sí mismo y a su cuerpo, no merece respeto.
Captar a más personas para ganar millones
Por comenzar a seguir más cuentas con el objetivo de hacer el reportaje, mi Instagram pasó a ser un infierno real. Hay que tener en cuenta que el modelo de negocio de Lladós y de otras personas similares es que tú luego tienes que captar a otras personas que quieran seguir tu estilo de vida y les das mentorías por ello, entonces se centran mucho en hablar de qué tan bien ellos hacen las cosas y qué "pringada" es el resto de la gente asalariada.
Es tan inmensa la cantidad de hombres que te pueden aparecer en anuncios constantes en Instagram, insultando a otras personas en sus vídeos por ser "perdedores mileuristas que no siguen sus consejos"...
Hacen vídeos que publican, donde se mofan de quienes usan las escaleras mecánicas en vez de subir y bajar por las escaleras, aunque se trate de gente mayor con maletas en un aeropuerto; de quienes se sientan en una terraza a tomar una caña con amigos en vez de estar haciendo deporte y "generando dinero" (todavía no desvelan cómo se genera el dinero); de quien se sienta en el sofá a ver una serie de ficción en vez de invertir las horas en desarrollo personal (entendiendo por desarrollo personal escuchar sus enseñanzas y la de sus propios mentores).
Constantemente aparecen vídeos de estas personas mofándose de otras por ser perdedores, entiendo como perdedor a una persona asalariada que lleva una vida normal.
Hay un chico que se fue a vivir en su coche a Ginebra (Ginebra es una ciudad cara y así, según estas teorías, se rodeaba de ganadores y ricos con el objetivo de poder acabar siendo como ellos) y, mientras vivía en su coche, se atrevía a reírse de la gente que, en esta ciudad suiza, se mueve en transporte público, en sus vídeos, en vez de en coche. Y cualquiera que conoce Suiza un poco sabe que el transporte público allí es un lujo y que en la cultura suiza lo que no está muy bien visto es abusar del coche si no hace falta, porque contamina.
Un problema real, gracias a las redes sociales
Hay muchas cuentas de estas redes sociales que, por su parte, se han creado para mofarse de estos jóvenes que creen en este tipo de discursos. Y, personalmente, más que risa a mí me da bastante pena. Alguien se está aprovechando de los complejos o la soledad de gente, sobre todo hombres, bastante jóvenes.
Con todo esto, lo que ví más factible, que analizar lo que cuentan, es hablar de cómo redes sociales tan poderosas como es Instagram, o Facebook, o X o TikTok, están permitiendo activamente que personas de las que hay muchísimas sospechas de que se dedican a estafar a otras, tengan tantísima presencia.
Peor aún, cómo estas redes sociales son realmente su potente altavoz con todo el daño que puede generar después (por lo que muchas familias están contando, jóvenes aislados de su entorno y también económicamente arruinados...) lo que publicitan. Y además que desde las administraciones no se ha hablado de este problema.
Por cierto, aunque ya he dejado de seguirlos a todos ellos, porque aún sin hacerlo, me siguen apareciendo en los anuncios, llevo ahora días siendo bombardeada por el anuncio de que Amadeo Lladós viene a Madrid. Los mensajes que me llegan son varios: que si quieres su vida (de tener muchos 'lambos', palabra que se refiere a muchos coches caros, estilo Lamborghini), que vayas a por ella, que él te da los pasos a seguir. Que en la universidad te enseñarán profesiones para ganar 2.000 euros al mes y que con él aprenderás a generar un millón. Que él te enseñará a tener el 'mindset', el físico y los hábitos que te llevarán a ser millonario. Que él te va a enseñar a escapar de tu vida, aprendiendo a ser coach online....
Y, una vez más, son las redes sociales las culpables, que no ponen ni un poco de esfuerzo en remediar las consecuencias.
Imagen | Foto de Benjamin Sow en Unsplash
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