A finales del pasado año salió al mercado una nueva red social, al estilo de Instagram, pero clamando ser menos falsa que otras a la hora de mostrar la realidad que vivimos. Es BeReal. Está funcionando muy bien, tanto que Instagram ya quiere copiar alguna de sus funciones.
Llevo un par de semanas probando BeReal y tengo varias conclusiones. Primero, os cuento que a mí me encantan las redes sociales.
Aunque me molesta que estén en manos de muy pocas empresas que manejan nuestros datos de formas que no me convencen (y cada vez que salen más informaciones al respecto, menos convencen), me encantan cuando están bien usadas, cuando la gente la usa para informarnos de realidad poco mainstream pero importantes, que nos mantienen en contacto con gente que vive a miles de kilómetros y que pueden ser una ventana para muchos artistas, humoristas o periodistas que he descubierto.
A pesar de mi pasión por las redes sociales y de que soy una persona abierta a las novedades, BeReal no me ha convencido del todo. Vamos a hacer un repaso a cómo funciona BeReal y voy a contar mis conclusiones. Aunque si quieres entender mejor la app, este este artículo puedes conocer mejor cómo funciona. También tenemos las declaraciones de una psicóloga infantil especializada en adicciones, que nos corrobora algo que ya creíamos.
BeReal no es "tan real"
Tras registrarte y hacer todos los pasos, todos los días desde el primer momento, te va a llevar una notificación que te diga: Tienes dos minutos para hacer tu BeReal. Pero, ojo, no son dos minutos a partir de ese momento exacto. Y ahí es donde queda un poco la trampa (o una de ellas) de que no todo es tan real.
Tendrás dos minutos para hacer una foto de lo que te rodea y de tu cara a partir de que abras esa notificación que aguanta unas horas. Así, hace unos días, de viaje con otra persona usuaria de BeReal, esta persona comentó: "ay ahora no hay nada bonito alrededor (estábamos en una carretera nacional), voy a esperar a que estemos en la playa a la que vamos para hacer mi BeReal de hoy".
Otro asunto que hace dudar es que realmente puedes repetir tu selfie varias veces si no te convencen los primeros resultados. Es cierto que no hay filtros (un asunto que se volvió muy exagerado en Instagram), pero tampoco vas a publicar tu primer selfie si no te gusta. Puedes hacerte más hasta realmente verte tú bien.
Hay que tener en cuenta que BeReal no te deja ver lo que publican otros si no subes nada. Y si eres de quienes se niegan a sacar su cara en Internet hay un truco muy sencillo: la red social no tiene nada de reconocimiento que sepa si lo que es el selfie es tu cara o un mueble de tu casa. Así que si quieres estar en BeReal y no quieres mostrar tu cara "real", puedes enfocar a cualquier otro lugar con tu cámara frontal.
Es una app más para Gen Z
Por el momento, esta aplicación está pegando más fuerte entre los más jóvenes, la Generazión Z (personas nacidas a partir de 1996). Lo dicen los medios de comunicación y lo hemos podido comprobar. Aunque hay quienes hablan de que los millenials están comenzando su migración hacia esta app, agotados de tanto filtro, felicidad y platos de comida perfecta de Instagram, he preguntado a muchos colegas de treinta y tantos y aunque algunos han oído hablar de BeReal, no la tienen ni tienen pensado usarla.
Al acceder, puedes buscar entre tus contactos de la agenda del teléfono quiénes tienen BeReal para poder seguirlos. Es opcional, no obligatorio. Personalmente, que tengo una larga lista de contactos en la agenda de todo el mundo, encontré pocos usuarios de BeReal entre todos ellos. Y, los que encontré, tienen una media de edad de 20 y pocos años.
También es verdad que la gente va cambiando con calma y, aunque sabemos que Facebook es la gran ignorada entre los Gen-Z (esta red social ha perdido usuarios por primera vez en su historia, pero no tantos para la competencia que le ha ido saliendo en todos estos años, desde su llegada), un millenial probablemente aún adía de hoy pueda recibir más likes de una historia que suba a su Facebook que de una historia en Instagram.
Riesgo de estar demasiado atento
Nada más explicarle a una amiga cómo funciona BeReal en mis días de prueba, pronto dedujo que nos hace estar más pendientes del móvil que otras. Ella es A. Díaz González y es Psicóloga general sanitaria, con experiencia y formación en adicciones comportamentales.
"De alguna forma la aplicación te beneficia o perjudica en función de que estés atenta a sus notificaciones para hacerte las imágenes que sean "reales. Cualquier tipo de aplicación o herramienta o programa que refuerza de forma inmediata o te castiga si no estás atento, va reforzando una conducta de estar pendiente del móvil, lo que da más posibilidad de engancharte", explica Díaz.
Y añade que "plantea que seamos reales, pero vas a estar mucho más pendiente de un móvil y de una aplicación. Esto es paradójico: se está también fomentando que estemos más pendientes del mundo digital". Y eso choca con los constantes intentos por contar con herramientas que ayuden a evitar la constante dependencia que tenemos del móvil.
Y es que, todos los días a una hora diferente, todos los usuarios reciben una notificación simultáneamente para capturar y compartir una foto en 2 Minutos. Aunque esa notificación aguanta un tiempo, si no llegas a verla y no sacas tu foto, te quedas sin ver las imágenes de otros. Esto puede fácilmente fomentar que estés más pendiente del teléfono. Desde Xataka nuestro compañero Javier Lacort ya había visto este aspecto: "¿Cómo podríamos decirle a BeReal que en ciertos intervalos horarios no queremos poder abrirla si en la aleatoriedad de su llave de paso está la posibilidad de tener presencia en ella?".
BeReal vs Fotolog y Tuenti
Si BeReal me puede recordar a alguna de las redes sociales más usadas desde comienzos de este mundo son a aquellas con las que los millenials comenzamos a compartir nuestra vida: Fotolog (que cerró en 2016 y regresó más tarde pero mucho menos popular) y Tuenti. ¿Las razones? La primera porque, si no pagabas, solo podías publicar una vez al día y era bastante real porque no había filtros (aunque sí usábamos mucho contraste y claridad).
La segunda porque, qué más real puede haber que publiquemos absolutamente todas las fotos de una noche de fiesta porque era común usar Tuenti (ya difunta) para compartir todas las fotos realizadas con nuestras cámaras digitales. Algo que hacíamos.
En una red social de ahora, aunque busque la naturalidad, no podemos negar que tenemos mucha más picardía sobre qué publicar, sobre qué es socialmente adecuado decir (o mostrar en una foto), sobre cuál es nuestra mejor cara frente a una cámara frontal, sobre al repercusión de un post... que cuando usábamos Fotolog o Tuenti, bastante desconectados de lo que toda esa constante conexión iba a llegar a suponer.
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