Hoy nos despertábamos con la confirmación del rumor a voces más repetido: Google trabaja en un sistema operativo. ¿Qué puede suponer el lanzamiento de Chrome OS? Como cada uno tendrá su opinión, empezaré por la mía y espero las vuestras.
Si por algo se ha caracterizado Google es por saber hacer borrón y cuenta nueva en cada campo en el que se ha involucrado. Así, creó un buscador simple cuando la tendencia era la de macroportales, pero basándose en el original concepto de, bueno, buscar bien y llevarte justo hasta lo que querías.
Creó un correo web, cuando la mayor parte trabajábamos con clientes de escritorio, pero tan práctico que es difícil resistirse. Y con Android, creó un sistema operativo nuevo para móviles, pensando en la simplicidad y la funcionalidad, logrando un producto tan interesante como para adaptarlo a ultraportátiles. Con Chrome OS vuelve a repetir la fórmula.
Partirán de una base estable, un kernel de Linux, y las funcionalidades de cara al usuario estarán basadas en su navegador Chrome: el medio natural del sistema será internet, y las aplicaciones serán web apps. El objetivo es la simplicidad:
Como hicimos con Chrome, volvemos al principio y rediseñamos por completo la arquitectura de la capa de seguridad del S.O. para que los usuarios no tengan que preocuparse de virus, malware o parches de seguridad. Lo que tiene que hacer es funcionar.
No sé hasta que punto podrá robar cuota de mercado a Windows, pero esa es otra ventaja de Google: a diferencia de Microsoft, en Mountain View no necesitan monetizar Chrome OS. Su negocio es la información, y todo esto no son más que nuevos y mejores medios para acceder a ella.
Es más, sin nombrar a la competencia, el artículo es toda una declaración de intenciones: prometen justo lo que más se critica a Windows, seguridad, estabilidad, código abierto, sencillo, eficiente, gratuito… Google no necesita que Chrome OS se imponga como sistema operativo. Si tan sólo consiguen un sistema interesante, y no dudo en que lo conseguirán, volverán a dejar en evidencia a Microsoft, una vez más, pero esta vez será donde más le duele, en la joya de la corona: Windows.
Pero Chrome OS tiene un riesgo en su mayor baza: la nube. El concepto de cloud computing no es nuevo, pero tiene tantas ventajas como inconvenientes. El lema de “accede a tu información estés donde estés” omite deliberadamente el factor “acceso a una conexión a internet decente”, lo que es mucho omitir.
Sin embargo, no dudo en que Google habrá tenido en cuenta este aspecto y que Chrome OS, si bien con sus funcionalidades mermadas, ofrecerá una experiencia de usuario digna trabajando en local.
Pero esta es sólo mi visión de la noticia. ¿Qué opináis de esta nueva jugada de Google? ¿Cómo habrá sentado la noticia en Redmond? ¿Qué supondrá Chrome OS?