Este profesor dio 30 minutos a la inteligencia artificial para ver si puede acabar con muchos empleos. Logró algo sobrehumano

Mucho se habla de cómo la inteligencia artificial puede acabar con empleos. Un estudio hecho por OpenAI, la empresa creadora de ChatGPT y GPT-4 concluía hace un tiempo que podría llegar a acabar con millones de trabajos y, curiosamente, muchos de ellos son empleos que necesitan muchos estudios para poder llevarlos a cabo o que tienen mejores sueldos.

Cabe decir, para calmar los nervios al respecto, que muchos otros son los estudios realizados que no creen que será para tanto y que incluso creará más empleos que los que destruirá, aunque claramente de sectores tecnológicos concretos.

Pues vamos a recordar cómo, un profesor de innovación y emprendimiento del colegio Wharton School of Business de la Universidad de Pensilvania, pudo exactamente demostrar las enormes capacidades de una IA, de forma práctica con un experimento de 30 minutos que pueden dejar constancia que algunos empleos sí que peligran.

"Decidí hacer un experimento. Me di 30 minutos para hacer todo lo que pudiera durante ese tiempo en un único proyecto empresarial. Al final de los 30 minutos paraba. El proyecto: comercializar y lanzar un nuevo juego educativo. La IA haría todo el trabajo, yo solo ofrecería instrucciones", así es cómo ha explicado este profesor su experimento.

Esto ha logrado

Spoiler: lo que consiguió fue increíble. En 30 minutos hizo un estudio de mercado, creó un documento de posicionamiento, redactó una campaña de correo electrónico, creó un sitio web, creó un logotipo y un gráfico para su juego, hizo una campaña en las redes sociales para múltiples plataformas, y guionizó y creó un vídeo.

En primer lugar, "tenía que enseñar a la IA sobre mi producto o, mejor dicho, pedirle que se enseñara a sí misma sobre el producto. Para poder comprobar la calidad del resultado, utilicé un producto que conocía bien, un juego del que soy autor, diseñado para enseñar liderazgo y habilidades de equipo en una misión ficticia a Saturno", explica el profesor.

Empezó con el Bing con ChatGPT, un modelo GPT-4 que está conectado a Internet, y aprovechó "sus capacidades de investigación para que aprendiera por sí mismo sobre el producto y el mercado en el que se movía", de acuerdo con sus palabras.

Se le pidió una campaña de marketing por correo electrónico y una única página web para promocionar el juego. Mollick encargó una página web en HTML y CSS para mostrar el proyecto, usando MidJourney para crear las imágenes de marca y también ElevenLabs para crear una voz en off personalizada para su vídeo promocional.

Dice el profesor que él nunca había hecho una campaña de marketing por correo electrónico y que no sabe de CSS. "Estoy seguro de que los humanos lo habrían hecho mejor, pero no habrían sido tan rápidos. Y ese, creo, es tanto el problema como la oportunidad". Es decir, la herramienta logró algo sobrehumano: muchísima velocidad para unos resultados buenos.

Por ejemplo, tres formas de ver lo que las IA han hecho en 30 minutos: Bing generó unas 9.200 palabras de texto y un par de imágenes, GPT-4 generó un archivo HTML y CSS funcional, MidJourney creó 12 imágenes, ElevenLabs creó un archivo de voz y DiD creó una película.

El profesor ha contado que necesitó hacer menos de 20 entradas a todos los sistemas para generar estos resultados.  En este tiempo, ha "creado" un documento de posicionamiento en el mercado, una campaña de correo electrónico, un sitio web, un logotipo, una imagen principal, un guión y un vídeo animado y campañas sociales para 5 plataformas.

Una versión anterior de este artículo se publicó en 2023.

En Genbeta | Oír  la voz de un familiar cuando te llaman pidiendo rescate por él… y que  esté sano y salvo: la IA lleva las estafas a otro nivel

Foto de Andrea De Santis en Unsplash