Este viernes 31 de mayo, ha comenzado en Madrid el mayor juicio contra Deliveroo, la empresa británica de entrega de comida rápida que opera en más de una docena de países del mundo y llegó a España en 2015, está en el punto de mira de lo que podría ser un antes y un después en la relación que tienen las apps de reparto de comida con quienes trabajan como repartidores.
Esta vez son más de 500 'riders' de toda la región quienes han sido citados por el tribunal para decidir si valida el fallo de la Inspección de Trabajo para que los repartidores deban cotizar como trabajadores asalariados y no como autónomos. Será el juicio más grande hasta la fecha celebrado contra una compañía de este tipo.
Una de las claves más importantes del conflicto está justamente en la aplicación de Deliveroo, puesto que los fallos de Inspección de Trabajo consideran que el verdadero medio de producción y parte esencial del negocio es esta, y la misma está completamente en manos de la empresa.
Además, algunos de los argumentos en contra de Deliveroo, revelan que la empresa establece los horarios de sus 'riders' y los gestiona a través del GPS de sus móviles durante la jornada de trabajo.
Crónica de un conflicto anunciado
A mediados de 2017 los trabajadores de Deliveroo se pusieron en pie de guerra, la empresa había despedido a varios trabajadores que habían apoyado una huelga y ayudado a organizar un "primer sindicato" de repartidores.
En aquel entonces las protestas tenían que ver con las guardias que estaban obligados a hacer los 'riders' sin cobrar un centavo por ellas en caso de que no hubiesen pedidos, y tras meses de negociaciones decidieron salir a las calles. Los trabajadores despedidos fueron avisados a través de correo electrónico y el hashtag #DeliverooExplota se hizo tendencia en España.
Deliveroo logró evitar su primer juicio en España indemnizando a unos de sus trabajadores despedidos, para presuntamente, evitar que un juez terminara dictaminando que sus repartidores eran falsos autónomos. Tras aquella problemática de verano, Deliveroo creó un nuevo modelo de colaboración al que se unieron más del 70% de los 'riders': la figura del TRADE.
La empresa había ganado en los tribunales de Reino Unido y Francia por conflictos similares, pero en España, la Inspección de Trabajo en el caso de Valencia también rechazaba esa figura del TRADE.
Avanzamos hasta diciembre de 2017 y tras varias denuncias presentadas en Valencia, un acta de liquidación de la Inspección del Trabajo señalaba que la relación laboral de los 'riders' con Deliveroo era de falsos autónomos. Fue el primer golpe importante al modelo de las empresas digitales de reparto, y el inicio de un conflicto para lograr determinar que los repartidores son asalariados y no autónomos, como insisten en Deliveroo.
La Inspección de Trabajo siguió insistiendo también y tras el precedente en Valencia, mantuvieron su postura: "los _riders_ de Deliveroo son asalariados, no autónomos", reafirmaba el órgano laboral, esta vez en Madrid. Por lo tanto, los repartidores deberían estar dados de alta en la Seguridad Social como empleados asalariados.
Deliveroo optó por recurrir a los tribunales y aseguraron que la decisión no tenía efectos jurídicos.
Deliveroo versus 531 'riders', Inspección de Trabajo, y Seguridad Social
El 4 de junio de 2018 llegó la primera sentencia, tras las denuncias de Víctor Sánchez, un ex trabajador de la empresa, el juzgado número 6 de Valencia consideró que los riders de Deliveroo son "falsos autónomos", y condenó a la empresa a pagar una indemnización por despido improcedente.
Aunque esa sentencia fue hecha en el caso particular de ese trabajador, si sentó un precedente importante, no solo por ser el primer juicio en España, sino porque Deliveroo perdió.
Además, ya había quienes creían que esa sentencia podría obligar a que Deliveroo convirtiera a todos sus trabajadores a cuenta ajena, además de enfrentarse potencialmente a pagar las cuotas de Seguridad Social que no ha pagado en el pasado, algo que tan solo en Valencia ya ascendía a 170.000 euros.
En julio de 2018, la Inspección de Trabajo de Barcelona también consideró que los repartidores de Deliveroo eran falsos autónomos y reclamaron el pago de 1.3 millones de euros en conceptos de cuotas a la Seguridad Social que no se habían pagado desde agosto de 2015 hasta diciembre de 2017. En ese momento, Deliveroo ya tenía 16 juicios con ex repartidores del servicio en Barcelona.
Mientras que en casos individuales como el de Víctor Sanchez, fue el repartidor quien tuvo que demostrar por su cuenta su relación laboral con Deliveroo, para el segundo juicio que empieza hoy en Madrid, las pruebas de "relación laboral" las aporta la Seguridad Social.
Son 531 'riders' de Deliveroo los que se enfrentan a la empresa que se han agrupado en varios colectivos y serán acompañados por un número elevado de abogados dando sus alegatos. A estos se suman también las acusaciones de la Tesorería General de la Seguridad Social, pues luego de que la Inspección de Trabajo levantara un acta de liquidación a Deliveroo para reclamar la falta de cotización en Seguridad Social, esta fue impugnada por la empresa y llevó a la Tesorería de la Seguridad Social a interponer la demanda.
Deliveroo ya cuenta con más de 1.500 'riders' en todo el país, y aunque no hay cifras oficiales de lo que podría llegar a deber la compañía, Rubén Ranz desde UGT explica a El Confidencial, que calculan que entre Deliveroo y UberEats deberían unos 93 millones de euros, más otros 10 millones por los diferentes juicios.
Lo que dice Deliveroo
La empresa mantiene que el modelo actual de autónomos es el que permite al colectivo "tener la libertad y el control que desean", y que de esta manera es que pueden "elegir cómo y dónde trabajar, durante el tiempo que deseen", según han explicado a Xataka.
Afirman que sí los 'riders' pasaran a ser considerados "empleados" perderían esa libertad, y afirman que la mayoría de sus 'riders' está de acuerdo con esto.
Deliveroo colabora con riders autónomos, ya que es este tipo de trabajo el que les permite tener la libertad y el control que desean... Deliveroo ha abogado continuamente por una reforma legal que permita a las empresas ofrecer a los riders autónomos más seguridad, sin poner en peligro la flexibilidad. Esto es lo que quieren los riders, así que esto es lo que todos deberíamos intentar ofrecerles.
La resolución judicial en ese caso podría tardar semanas o meses dado el elevado número de partes involucradas, y aunque su resolución no puede sentar jurisprudencia porque para ello la sentencia debe llegar al Tribunal Supremo, si es un caso sumamente importante no solo para Deliveroo sino para otras plataformas cuyo modelo laboral guarda estrechas similitudes, como Uber Eats, Glovo, o Stuart. De hecho, la Unión General de Trabajadores ya ha denunciado también a esos servicios ante la Inspección de Trabajo.
Foto de portada: stoneleighboy
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