Spotify se ha convertido en uno de los servicios online imprescindibles para todo amante de la música. Aunque Apple Music le persigue a buen ritmo, sigue liderando el sector superando los 100 millones de usuarios. Eso sí, la mayoría de estos usuarios siguen siendo gratuitos, y según los últimos datos anunciados en septiembre los usuarios de pago superan los 40 millones.
Por eso mismo, porque más de la mitad de su base de usuarios sigue sin pagar, en mayo del 2016 redujeron agresivamente el precio de sus planes familiares haciéndolo aún más atractivo. ¿Pero cómo es a día de hoy el servicio de pago de este servicio? Vamos a repasar cómo es el modo Premium de Spotify, qué tiene y qué le falta, y si merece la pena pagar la suscripción teniendo en cuenta lo que le ofrece a los usuarios.
A nivel personal, he de admitir que desde que Spotify Premium empezó a ofrecer la posibilidad de descargar tus discos favoritos para escucharlos offline en el móvil, el servicio ha conseguido que no me vuelva a bajar música por torrent por ser más complicado que hacerlo desde su app. Pero como no hay dos usuarios iguales, vamos a empezar repasando cuales son las principales diferencias del modo de pago con respecto al gratuito.
Spotify Free vs Spotify Premium
Las principales diferencias entre ambas modalidades las explica de forma muy básica la propia Spotify en la sección Premium a la que accedes para informarte sobre el servicio. La principal es justo la que estás pensando, el poder decirle adiós a la publicidad para que no te salte de repente el anuncio de un grupo que odias en medio de tu playlist favorita. Pero hay mucho más que eso.
Por ejemplo, la segunda gran ventaja es que el modo Premium hace útil la aplicación móvil. Si no pagas, la app para Android o iPhone es bastante básica, y de hecho lo único que puedes hacer con ella es escuchar música de modo aleatorio. Esto cambia en el modo Premium, donde tienes acceso a la carta a todo el catálogo para escuchar lo que quieras cuando quieras.
Siendo el modo gratuito de la app móvil básicamente una lista de reproducción, es bastante molesto que el número de canciones que te puedes saltar sea limitado. Eso es porque han dejado sólo para los usuarios de pago la posibilidad de poder saltarse sin ningún límite todas las pistas que no te gusten o no te apetezca escuchar.
También hay que tener en cuenta que, dependiendo de los derechos y negociaciones con artistas y discográficas, hay algunos álbumes o canciones concretas que no podrás reproducir si no eres un usuario de pago. Además, las funciones sociales de compartir música con tus amigos también están algo limitadas en el modo gratuito.
Cuando eres un usuario Free tampoco tendrás otra de las funciones más importantes del servicio, la de poder descargarte música. Cuando eres Premium, Spotify te permite descargarte hasta 3.333 canciones en tres dispositivos diferentes, por ejemplo tu móvil, tableta y portátil. De esta manera podrás escuchar offline tus discos o listas de reproducción favoritas, algo que marca la diferencia a la hora de viajar o para ahorrar datos.
Y claro, si en tu casa tienes unos buenos altavoces o auriculares tampoco querrás conformarte con calidades de sonido básicas. El modo Premium desbloquea la calidad de 320 kbps tanto en los clientes de escritorio y móviles.
¿Qué le sigue faltando a Spotify?
Pero en todos los servicios hay siempre margen de mejora, y el de Spotify no es una excepción. Para empezar, habría que pedirles una aplicación móvil mejor diseñada, ya que la que tienen ahora tiene algunas carencias. En este aspecto parece que ya están probando un nuevo diseño para sus aplicaciones nuevos, habrá que ver qué mejoras incorpora más allá de darle más presencia a las carátulas durante la reproducción.
Tampoco debería dormirse en los laureles en cuestión de catálogo. Sigue habiendo bastantes discos que no están, lo que te obliga a comprarlos y digitalizarlos o a recurrir directamente a las descargas P2P. Las exclusividades de otros servicios de la competencia y los artistas que deciden lanzar más tarde su disco en Spotify también son un problema para sus abonados, por lo que tendrían que marcarse como propósito de año nuevo negociar mejor ese aspecto.
Los más audiófilos quizá también echen de menos algunas opciones concretas con las que sacarle un poco más de jugo. Visualmente Spotify no tiene ningún tipo de ecualizador gráfico, una reproducción que muchos otros reproductores offline llevan años teniendo. Tampoco tiene ninguna opción para escuchar música con calidad lossless, algo que no vendría mal para los más exigentes, aunque hubiera que pagar un poco más por ella.
Y por último, a Spotify no le vendría mal unificar su contenido ofreciendo en el escritorio lo mismo que en el móvil. Si eres usuario de Spotify Premium, tu aplicación móvil incluye desde hace tiempo un catálogo de canales de vídeo y otro de podcasts, pero estas dos secciones no están en el escritorio. Es absurdo, sobre todo en cuanto a unos vídeos que seguro que se ven mejor en el monitor de tu sobremesa.
Entonces, ¿merece la pena Spotify?
Como siempre suele pasar, la respuesta definitiva a la mayor de las preguntas que nos planteamos hoy depende de cómo escuches música. Si sólo lo haces de forma casual, siempre en el PC, y no eres de los que escucha música en el móvil posiblemente puedas pasar perfectamente sin pagar el servicio, aunque comiéndote anuncios de vez en cuando.
Sin embargo, si eres una persona que escucha música con asiduidad desde luego que te merecerá la pena pagar los 10 euros que cuesta su servicio Premium. De hecho, si te juntas con amigos y familiares la cosa se pone aún mejor, ya que por 15 euros tienes su famoso Plan Familiar, del que pueden beneficiarse hasta seis usuarios diferentes, una oferta actualmente casi inigualable por otros servicios de la competencia.
Personalmente he de decir que Spotify ha cambiado la manera en la que escucho la música. Algunos de los beneficios del Premium no los aprecias hasta que no los utilizas, pero una vez lo haces te resulta imposible dar marcha atrás y volver al modelo básico, sobre todo gracias al mundo de posibilidades que te abre el modo online con música de alta calidad.
Antes, lo que yo hacía era digitalizar mi amplia colección física de CDs, complementarla con algunas descargas P2P y llevarlo todo en la microSD del móvil utilizando algún reproductor de Android. Ahora lo que llevo en el SD son casi una centena de discos bajados directamente con Spotify. Es exactamente la misma experiencia, sólo que es más fácil bajarlos en el móvil y sabes que estás contribuyendo con tu dinero a que tus artistas favoritos puedan seguir haciendo la música que te gusta.
Aunque yo soy usuario de Spotify, tampoco quiero que dejes de mirar lo que ofrece la competencia. De hecho, aquí tenéis una comparativa con lo que ofrece cada uno de los diferentes servicios de streaming musical. Pero si estás dudando entre Spotify Free y Premium, yo creo que a día de hoy el modo de pago merece absolutamente la pena, ya que le sacas partido al dinero que inviertes.
En Genbeta | ¿Vale la pena seguir descargando de redes P2P en la era del streaming?
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