Mucho se ha escrito sobre Bill Gates y su carácter que ayudan a entender mejor su trayectoria profesional y vital: desde cómo recuerda las líneas del primer programa que escribió para ejercitar su memoria a cómo enfrentarse a los grandes desafíos pasando por la importancia de rodearse de buenas amistades y de desconectar o de trabajar codo con codo con gente más veterana para aprender y así mejorar.
Bill Gates es una persona que cuando tiene claros sus objetivos, pone toda la carne en el asador para conseguirlos y eso es algo que ha hecho desde el principio, como cuando estaba en el instituto y ajustó los horarios de las clases para coincidir con las chicas que le atraían. Gates es capaz prácticamente de todo... hasta de intentar detener un avión antes de su despegue.
Bill Gates es tan terco que es capaz de intentar abordar un avión
Como cuenta Paul Allen en su libro de memorias 'Idea Man: A Memoir by the Co-founder of Microsoft' conforme las ventas de PC comenzaron a despegar, la prensa comenzó a interesarse en Microsoft y más concretamente en la cara de la empresa: su presidente. Hay gente a la que la fama les cambia, pero según Allen, la testarudez de Bill Gates seguía intacta frente a la popularidad. Y para muestra, su rocambolesca anécdota del aeropuerto.
Allen y Gates estaban en San Francisco de visita a unos clientes y tras una dura jornada de reuniones por separado, Paul Allen llegó a tiempo para coger el avión pero Bill Gates iba tarde. Tras la última llamada para el embarque, todo apuntaba a que el hoy magnate multimillonario tendría que coger el siguiente vuelo. Bill Gates no pensaba lo mismo y emprendió la carrera hacia la puerta.
Pero era tarde para ello: la pasarela de embarque se estaba alejando del avión, a punto de marcharse ya. A Bill Gates le dio igual y siguió corriendo, atravesó la puerta de embarque y accedió a los pasillos. Cuando llegó al panel del control del motor, echó un vistazo a ese control de mandos y empezó a pulsar botones. ¿Qué estaba haciendo Bill Gates? Para sorpresa de Allen, Bill trataba de mover la pasarela al avión para poder montarse. Un intento de abordamiento en toda regla.
Paul Allen se quedó tan sorprendido y horrorizado que cuenta que comenzó a gritarle que no hiciera eso y personal del aeropuerto se acercaron corriendo. Todo apuntaba a que iban a ser escoltados fuera de la terminal, sino arrestados. Pero lo que el agente de la aerolínea dijo fue: 'Señor, señor, espere. Haremos que el avión regrese'. Y fue exactamente lo que pasó: el avión volvió a su punto inicial y pudieron entrar para volver a casa a tiempo.
Portada | De Xataka con Flickr (First Minister of Scotland, Paolo Cerutti)
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