Aunque existen multitud de programas que nos permiten cifrar nuestro disco duro con una contraseña, de forma que sea imposible acceder a los datos sin ella. La propia Microsoft incluye uno en sus sistemas basados en NT llamado EFS (Encrypted File System). Lamentablemente, la mayoría de ellos no ofrece lo que, en inglés, se conoce como plausible deniability, es decir, que no se pueda asegurar si existen datos cifrados.
Esto puede ser útil en caso que temamos que nos pueden presionar para conseguir esa contraseña. Por ejemplo, se ha barajado varias veces la posibilidad de que un gobierno pueda exigir las claves de cifrado de un sistema. Si los datos que tenemos almacenados y cifrados no se pueden distinguir de datos aleatorios podemos negar que exista ningún dato.
El programa TrueCrypt, además del cifrado corriente, nos ofrece esta opción de plausible deniability de dos maneras: con volúmenes ocultos dentro de otros volúmenes mediante esteganografía y haciendo que los volúmenes no se puedan distinguir de datos aleatorios.
Utiliza algoritmos conocidos y validados por la comunidad, como son AES-256, Blowfish, Serpent..., además de ser de código abierto, lo que garantiza que no hay ninguna puerta trasera en el software que pueda comprometer nuestra seguridad.
Además, es compatible con Windows y Linux, de forma que podremos acceder a nuestros datos desde los dos sistemas operativos. Si nos preocupa que nuestros datos puedan caer en manos incorrectas, esta es una de las mejores opciones para protegerlos.