Imagínate que quieres ir a cenar a uno de tus restaurantes favoritos. Llamas para reservar pero, por desgracia, todas las mesas están reservadas. ¿Te quedas sin ir? Puede que no, al menos en San Francisco. Existe un servicio de reciente creación, de nombre ReservationHop, que lista distintas reservas en restaurantes y las pone a la venta a través de su página web. ¿El precio? 5 o 10 dólares. El funcionamiento es similar al de Zurvu, sólo que ReservationHop lo hace sin notificar a los establecimientos.
¿Cómo funciona? Aquí está parte del problema: el propietario del servicio llama a distintos restaurantes y reserva bajo un nombre falso. Después, pone a la venta esas reservas en Internet. Como os podéis imaginar, desde que hace unas horas esta startup saliera al público, no ha dejado de recibir críticas. Hasta su fundador en su blog habla de cómo se ha convertido "en la persona más odiada del día en San Francisco". A fin de cuentas, su proyecto consiste en hacer reservas antes que otra gente para después revenderlas.
¿Y qué ocurre si una reserva no se vende? Para los restaurantes sería una auténtica faena: tendrían una mesa parada para alguien que no existe y no tenía intención de ir en primer lugar. El creador de la app, eso sí, asegura que si se aproxima la hora de la reserva y nadie la reclama, llama al establecimiento para cancelarla. Además, dice que por el momento tiene tan poco volumen de reservas que el que no se vendan no tendría un gran impacto.
Pero ¿pagar por algo que es gratuito? ¿Comerciar con algo que no es tuyo? En TechCrunch han publicado una pieza interesante con el título "Stop The JerkTech" (que podría traducirse como "Parad la tecnología de capullos"), donde critican precisamente esta tendencia que se está dando en San Francisco últimamente con servicios como MonkeyParking, que subasta plazas de aparcamiento públicas. ¿Llegará el momento en el que se terminará revendiendo todo a través de la red? Viendo lo visto...
Enlace | ReservationHop
En Genbeta | Las aplicaciones de subasta de plazas de aparcamiento públicas, en guerra con las autoridades
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16 comentarios
esmair
Esto se puede solucionar de forma muy facil. Ya hay restaurantes que te obligan a dejar una señal (o pagar el menu desgustación) al hacer la reserva.
Otra solución seria pedir el telefono y llamar a ese telefono por la reserva.
Al principio el local podria quedarse con sitios vacios, pero en poco tiempo tendria una buena lista negra de telefonos y el tipo este se tendria que gastar una pasta en numeros de telefono distintos.
afogutu
Yo estoy pensando en todo comercio/administracion/tugurio que tenga una maquina de numeracion (la tipica de la fruteria) arramplar con todos los numeros y luego subastarlos :)
Mare mia
zakatolapan
Muy fácil: que la reserva se haga con nombre y apellido, y que el camarero pida alguna documentación al que reclame la reserva.
cigron
Estoy montando un servicio de reserva de plazas de playa, necesito 10.000 toallas y 100 jubilados.
Lo digo en broma pero seguro que algun "iluminado" lo lleva a cabo.
Usuario desactivado
Esto es muy filosofia americana liberal, hacer negocio de todo, en definitiva los derivados son en definitiva algo similar, crear valor financieramente de la nada. Como bien dicen, reservas con nombre y a tomar por culo tanto jeta.
polaroid32
No, lo que llegará es el momento en que las administraciones públicas y sus empresas privadas amigas aprovecharán todo este gilipollismo (en algunos casos, como la aplicación de este artículo) tecnológico que está floreciendo y meterán mano en muchas áreas apelando a la "protección de los derechos de los ciudadanos y consumidores", "mejor servicio", "evitar el intrusismo que repercute en la calidad del servicio", etc... para cobrarnos por lo que ya pagamos con nuestros impuestos, como las plazas de aparcamiento no reguladas (están deseando meterle mano), o para subir precios como, por ejemplo, seguro que acabarán haciendo los taxistas con la excusa de "paliar las perdidas de servicios como Uber o blablacar" y de paso, salir ganando.
Ya lo están haciendo con Internet utilizando la excusa del terrorismo, o, por ejemplo, con el uso de Twitter para “fomentar el odio y la violencia”, demonizando su nombre y uso entre la población que no está al día de las tecnologías. Antes, nadie fuera de este ámbito sabía que era Twitter, ahora preguntas y cualquiera te dirá que es ese sitio donde la gente amenaza de muerte, insulta y se usa para acosar a políticos y famosos o está lleno de pederastas y miembros de ETA. El siguiente paso, una vez que la gran masa esté convenientemente dirigida a donde les interesa, será plantear los muros y controles que empezar a poner a Internet y sus servicios “por el bien de los ciudadanos”...
Este de los restaurantes acabará cerrando pero si, por un extraño casual no sucede, lo que conseguirá es que los restaurantes aprovechen y suban sus tarifas (al alza, por supuesto) para recuperar las perdidas ocasionadas por mesas reservadas vacías, etc... Es decir, por un capullo y los espabilados que le siguen la gracia, acabaremos pagando todos. Como siempre.
Ahora sólo hay que trasladar esta ecuación a cualquier otro ámbito.
sergio.mendez
Lo que viene siendo, tener mas cara que espalda...
De todas formas este proyecto es factible por el momento debido al poquísimo volumen de trabajo(reservas)que deben de tener...no me imagino a este personaje llamando a media ciudad para cancelar reservas que no ha vendido...
melibeotwin
Una pena. Este tipo de emprendedores no me causan sensaciones positivas...
jaimecruztriana2
¡Capitalismo señores!