Airbnb tiene una cita en los juzgados de Nueva York en el día de hoy. El punto clave de esta visita oral es su actividad ilegal en la ciudad, que engloba a todos los apartamentos enteros que pueden ser alquilados por los usuarios por un período inferior a 30 días. Y como anticipo de este enfrentamiento legal, Airbnb ha anunciado la eliminación de hasta 2.000 propiedades en la gran manzana.
Airbnb considera a muchas de estas 2.000 viviendas y a sus responsables como "malos actores", ya que "estaban empeorando sus respectivas comunidades, en vez de mejorarlas". Se trata de anfitriones que en algunos casos controlaban 134 apartamentos en la ciudad, acercándose más a la figura de un agente inmobiliario que a la del usuario típico de Airbnb.
Esta limpieza comenzó ya a principios de 2014, pero Airbnb no la había hecho pública hasta el día de ayer. Como adelantó Skift hace unas semanas, dos tercios de los apartamentos y habitaciones disponibles en Nueva York son ilegales, y a la compañía no le ha quedado más remedio que pasar por el aro.
Este anuncio se produce pocos días después de que Airbnb se ofreciese a recolectar los impuestos correspondientes en las ciudades de Portland, San Francisco y Nueva York, en respuesta a la presión de las autoridades y de la industria hotelera tradicional. Según el fundador de la compañía, si Nueva York acepta su propuesta podría recaudar 21 millones de dólares en el primer año.
Los frentes abiertos que Airbnb tiene en estos momentos son múltiples. En ciudades como Amsterdam, París o Hamburgo han conseguido que los gobiernos locales regulen su actividad con condiciones favorables para la empresa y huéspedes. En España, mientras tanto, todo el peso recae sobre las diferentes comunidades autónomas, que podrán decidir cómo regular este tipo de actividad que tan poco gusto a los hoteles de toda la vida.
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