En plena era de Internet, basta con teclear un nombre en Google y seguramente aparezca algún resultado. Este tipo de investigación rápida es frecuentemente utilizadas por los departamentos de recursos humanos o por cualquiera que quiere saber un poco más de un candidato a un trabajo, por ejemplo. Lo mejor, para evitar disgustos y que el entrevistador te pregunte por las fotos de una fiesta en la que sales poco favorecido, es compartir en público lo justo.
Pero ¿qué ocurre con otros datos nuestros que, sin quererlo necesariamente, también son públicos? Ayer me llamó la atención una entrevista que publicaba El Comercio en la que le hacían preguntas a la responsable de RRHH de una empresa de Asturias y en la que ésta hablaba de cómo analizaban si las redes sociales podrían ser útiles a la hora de encontrar trabajo:
"También, pero ojo con ellas. La gente no es consciente de que lo miramos todo, hasta el avatar que se coloca en el WhatsApp o el mensaje que aparece. Hay que cuidar eso."
¿De verdad puede una foto o una frase de estado en WhatsApp determinar la valía de un candidato y condicionar su elección (o no)? Eso ya se lo dejamos a los expertos en estos temas, pero seguro que alguien que tiene una foto "poco adecuada" causa peor impresión que alguien que tiene otra genérica o que directamente no ha escogido ninguna imagen.
¿Problemas de privacidad en WhatsApp?
La clave de WhatsApp es precisamente su simplicidad: si un contacto de tu agenda tiene WhatsApp, puedes hablar con él a través de la aplicación sin necesidad de que él te acepte o tú tengas que añadirle a él. Pero lo mismo se aplica con desconocidos: cualquiera puede teclear un número aleatorio y, si tiene la aplicación instalada, podrá hablar con él. Sí, a posteriori puedes bloquear a alguien si quieres evitar que te mande mensajes, pero no hay forma de hacerlo antes de que el contacto se produzca.
Aunque lo de los entrevistadores de trabajo que cotillean estas cosas es bastante anecdótico, pone de manifiesto que cualquiera puede ver una foto, un estado o los datos de la última conexión a WhatsApp con tan sólo tener el número de teléfono en cuestión. En Security by default aún fueron más allá y probaron que la tarea podía automatizarse con un simple script para extraer esta información de todos los números registrados en la CMT.
Hace unos meses existía precisamente un portal web, de nombre WhatsappVoyeur, que te permitía introducir un teléfono y te devolvía foto, estado, último cambio de estado y última conexión. Tras las presiones de WhatsApp (ojo, presiones, no que lo hayan arreglado), el servicio decidió cerrar, pero el problema sigue ahí y, como demostraron, la gente sigue sin ser consciente de que tanto la foto como la frase de estado en WhatsApp es pública para cualquiera que quiera verla.
En Genbeta | "WhatsApp envía sus mensajes encriptados... pero su seguridad sigue siendo baja":https://www.genbeta.com/movil/whatsapp-envia-sus-mensajes-encriptados-pero-su-seguridad-sigue-siendo-baja
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