La nueva función "inicio rápido" de Windows 8 complica la coexistencia entre sistemas operativos, si se utilizan estos para escribir en particiones de Windows. Se puede producir una pérdida de datos con configuraciones de arranque dual Windows 8/Linux.
No se trata de una zancadilla de Microsoft al sistema del pingüino, ni un fallo de Linux, es consecuencia de cómo funciona la función "inicio rápido" de Windows 8, que no está pensada para convivir con otros sistemas operativos. El problema tiene una solución sencilla, pero desconocerlo puede derivar en un pequeño desastre.
Inicio rápido de Windows 8
El "inicio rápido" de Windows 8 permite al equipo arrancar más rápidamente después de un apagado. Si está activado (y por defecto lo está), Windows 8 guarda información del sistema en un archivo en el momento del apagado, en particular el estado de las particiones NTFS y FAT montadas en la sesión. Cuando el equipo se inicia, Windows 8 usa esa información para reanudar el sistema en lugar de reiniciarlo. "Inicio rápido" no entra en funcionamiento tras un reinicio, sólo tras un apagado.
El problema
La función es beneficiosa si Windows 8 es el único sistema operativo en el equipo, pero si hay otro instalado, en especial Linux, y es capaz de montar las particiones NTFS en modo de escritura, al guardar información desde Linux en la partición NTFS pueden aparecer problemas al iniciar Windows 8 de nuevo.
El sistema probablemente arrancará desde ese estado similar a una hibernación, aunque detectará inconsistencias en el sistema de archivos, y reparar éste lleva su tiempo en un disco grande. En el peor de los casos, los archivos creados desde Linux desaparecerán, y en el mejor probablemente sean ilegibles. El “inconveniente” puede presentarse no sólo por trabajar con Linux, sino con otros medios de arranque, como sistemas de recuperación iniciados desde CD/DVD/USB.
En Windows 7 y anteriores este inconveniente también se podía presentar, pero con el inicio rápido de Windows 8 es más probable que suceda. También puede darse este inconveniente en Linux si hibernamos, y arrancamos otro Linux diferente tras la hibernación, aunque es mucho menos probable. Desde el “lado Windows”, lo mejor es desactivar el "inicio rápido".
La solución
Para desactivar el inicio rápido de Windows 8, buscaremos en Opciones de Energía el enlace Elegir el comportamiento del botón inicio/apagado y pulsaremos sobre él. Aterrizaremos entonces en la pantalla de configuración del sistema que permite definir los botones de inicio/apagado y activar la protección por contraseña. Por defecto no podemos cambiar la configuración, pero pulsando en el enlace Cambiar la configuración actualmente no disponible, ya podremos hacerlo. Desactivamos el checkbox Activar inicio rápido (recomendado) y guardamos los cambios.
Desde el lado del usuario de Linux, podemos configurar el montaje de particiones NTFS en modo sólo lectura manipulando el fichero /etc/fstab
, aunque tal vez esto sea un poco más complicado para el usuario no experto.
Los creadores del driver ntfs-3g conocen el problema desde mediados de septiembre del año pasado, y han introducido dos modificaciones en la rama en desarrollo para solucionar éste (si se detecta un sistema Windows con la función de inicio rápido activada, monta las particiones NTFS en modo de sólo lectura). En la actualidad, únicamente Fedora 17 tiene esta mejora, el resto de distribuciones generalistas no emplean la rama en desarrollo del driver (Debian, Ubuntu, OpenSUSE y otras).
Un consejo
En cualquier caso, y es una norma que siempre me ha dado buenos resultados, cuando mezclo en una máquina varios sistemas operativos cada uno tiene su propio disco duro siempre que sea posible, y separo en particiones independientes el sistema de los archivos de datos. Si tengo que intercambiar información entre ellos empleo normalmente un disco externo.
Vía | The H Open
Ver 58 comentarios