Chrome OS

Noticias de Chrome OS en Genbeta

Tras el hype inicial que supuso la presentación de Google Chrome OS, y que tan detalladamente fue comentando en tiempo real mi compañero Miguel López, creo conveniente analizar un poco este ¿órdago? que ha lanzado la compañía del motor de búsqueda estándar “de facto”.

La pregunta clave en todo esto es… ¿qué pretende Google con este sistema operativo? Una pregunta de difícil respuesta, que inmediatamente conduce a otra: ¿lo conseguirá? Tengo mis teorías, y no dudo que vosotros tendréis otras, que espero podamos compartir.

Para empezar, voy hacer un pequeño ejercicio de autocrítica. Apenas llevaba unos días escribiendo en Genbeta cuando Google soltó la bomba, que ese rumor que llevaba años en el aire era cierto: trabajaba en un sistema operativo. Leyendo ahora mi crítica, que titulé “Torpedeando a Microsoft donde más le duele”, veo que aunque estuve acertado en algunos puntos, erré al pensar en el objetivo de Google.

Porque Chrome OS no va en contra de Microsoft, no en el campo de los sistemas operativos, o al menos no a corto-medio plazo. Mi crítica se basó en un error de cálculo de hasta qué punto estaba orientado a la nube. Un sistema operativo tan enfocado a ultraportátiles y al cloud computing no está pensado para robar mercado a Windows 7, ni siquiera a otras distros de Linux.

En esa línea opinaba mi compañero Alexliam, que decía que no había pastel para todos, que Google no podría ofrecer nada que no ofreciera ya Linux, y que la necesidad de conexión a internet permanente era una limitación. Si bien esto es cierto, el hecho de que Google apunte a largo plazo y a prestaciones hardware muy reducidas da otra perspectiva.

Pero, ¿qué busca Google? Si quisiera posicionarse en el escritorio, Chrome OS tendría soporte para discos duros de todo tipo, y no sólo para discos SSD. Permitiría realizar algún uso de los recursos de procesador, memoria y almacenamiento locales, no sólo se centraría en la nube. Permitiría instalar alguna aplicación local, aunque fuera muy controlada o limitada, pero es que ni siquiera tendrá drivers para conectar una impresora.

Descartado el control del escritorio, pensemos en lo que sí sabemos que se centra, los ultraportátiles. Google ha reiterado que el futuro de la red está en la movilidad, en el “siempre conectado”. El GPS basado en Street View es un claro ejemplo, creado para móviles con Android, con conexión de banda ancha permanente. ¿Puede competir con un GPS estándar cuando no hay conexión a internet? A Google le da igual ese caso, porque con él no ingresa, y porque piensa que en un futuro próximo esa situación será rara, las conexiones estarán disponibles para todos y todos las tendremos.

Creo que ese es el enfoque de Chrome OS. Que Google lo quiere es monopolizar la nube en movilidad. Google gana dinero cuando los usuarios pasan tiempo en la web, así que lo que pretenden con esto es que estemos todo el tiempo posible en la web, y si es posible, en su parcela de la web. Los ultraportátiles Chrome OS serán baratos, porque no necesitan un hardware puntero para funcionar a toda mecha, y a pesar de eso, en siete segundos podemos estar navegando.

En Google Operative System se imaginan algunos de estos dispositivos siendo prestados en cafeterías o bibliotecas, para su uso instantáneo y con acceso a nuestra información en la nube de forma segura y rápida, y creo que ese escenario sí está en la mente de Google. En TechCrunch opinan que representa un nuevo competidor de Microsoft al lado opuesto de Apple, con ésta comiéndole el mercado de la alta calidad y diseño, y Google absorbiendo los equipos “low cost”.

Todos son buenos puntos de vista, pero yo me decanto por algo más en la línea de lo que ha entendido Antonio Ortiz: la reinvención de los terminales tontos, equipos de reducidas prestaciones que trasladan la carga al servidor. Sólo que en esta ocasión el servidor ya no es un armario enorme metido en una nevera en el sótano, sino los impresionantes datacenters de Google repartidos por el mundo.

Con esta propuesta, Google no está robándole mercado a nadie: está creando un mercado que no estaba definido del todo, y posicionándose en él. Lo veo más como un enemigo de iPhones, smartphones y tablets, ya que los ultraportátiles Chrome ofrecerán una mejor experiencia para navegar en movilidad, a precios reducidos debido a las escasas necesidades hardware.

El hecho de que Chrome OS no permita hacer uso libre de los propios recursos de la máquina, como el disco duro o la posibilidad de instalar en local, me da la sensación de que apunta en esa dirección, y en la de convertirse en la ansiada interfaz única de todos sus servicios, con la ventaja añadida de la movilidad. Aunque pensando siempre en un equipo secundario, manteniendo las aplicaciones de escritorio en otra máquina.

Pero tengo que reconocer que la captura de la lista de aplicaciones disponible me ha dado pánico. Espero realmente que Google abra las puertas a aplicaciones de terceros, porque ver esa parrilla limitada a Google y nada más que Google (salvo contadísimas excepciones) me parece muy preocupante.

La lectura es “la nube es Google”, y no deberíamos permitir que se llegara a este extremo. No sólo por la situación monopolística que supondría, sino porque sería como saciar la voracidad de información de Google dándole estadísticas de uso (cosa que ya tiene), documentos confidenciales, localización geográfica… todos los datos. ¿Y de verdad queremos eso?

El tiempo dirá si esta extraña jugada les sale bien. Está claro que es una apuesta arriesgada, innovadora, completamente diferente a cualquier cosa que haya ahora en el mercado. ¿Habrán apostado bien? No sería la primera vez que aciertan de pleno, pero tampoco sería la primera en la que se estrellan.

Más información | Mashable, TechCrunch, Google Operating System En Error 500 | El sistema operativo de Google y el regreso del terminal tonto En Xataka | Google Chrome OS: ¿Qué podemos esperar? En Genbeta | Google presenta Chrome OS, Torpedeando a Microsoft donde más le duele

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