Glass, el artilugio de Google que tanto está dando que hablar, y que dará aún más en el futuro mediato, despierta pasiones de todo tipo. Desde la de aquellos que lo han probado, quedando prendados de su encanto y posibilidades, hasta los que ven serios problemas de privacidad asociados al dispositivo.
Uno de los aspectos de Glass que más preocupan, es la posibilidad de que incorpore capacidades de reconocimiento facial. Google ha salido al paso de estas preocupaciones afirmando que no aprobará software de reconocimiento facial para Glass, por el momento, sin que existan fuertes medidas de privacidad antes.
La no aprobación “por el momento” es poco tranquilizador, porque sugiere que en “otro momento” tal capacidad sea posible. Las fuertes medidas de privacidad “antes” ofrecen poco consuelo, porque podemos sospechar, vistos los antecedentes, que tales medidas nunca ofrecerán una garantía completa.
Google va a poner en el mercado un dispositivo que brinda toda una gama de posibilidades para estar conectados y acceder a un variado rango de información y servicios. Este aspecto es altamente positivo, pero la tecnología es siempre un arma de doble filo, dependiendo siempre de quién la emplee y para qué.
Vía | Google
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