Ni el anteproyecto que conocimos en marzo ni la Reforma que ha propuesto el Gobierno la semana pasada contentan a algunas entidades de gestión de derechos de autor. Entre ellas está la SGAE, que ha recurrido a su web oficial para plantear los cambios que ellos introducirían ante esta Reforma, ya que consideran que el Proyecto de Reforma de Ley "no es el que necesita la cultura".
En grandes rasgos, para la SGAE esta Reforma no servirá para "combatir con firmeza la piratería" y, con ella, "España acabaría convirtiéndose en un paraíso para las compañías tecnológicas multinacionales, que apenas pagan aquí sus impuestos, ni crean suficientes puestos de trabajo en nuestro país." ¿Qué es, entonces, lo que proponen ellos?
Quieren algo definitivo y más efectivo
La SGAE critica que esta Reforma vaya a ser algo temporal (en el propio texto se reconoce que se trata de una Reforma "parcial" que tendrá vigor durante un año de cara a preparar una reforma definitiva justo después). Para la SGAE, esto significaría malgastar recursos públicos y esfuerzos durante un año, algo que no merece la pena para un cambio parcial.
Además, se queja de que el Gobierno no ha contado con la "colaboración de todos los sectores" para la redacción del texto y que la Ley Sinde-Wert seguirá sin ser efectiva. Para ellos, es un problema que la Ley no otorgue más recursos a la Sección 2ª de la Comisión de Propiedad (CPI) Intelectual, que por falta de ellos "hasta la fecha ha dilatado tanto su trabajo, que el infractor ha tenido tiempo más que suficiente para re-explotar los contenidos."
Otro de los aspectos con los que más críticos se muestra la SGAE es, según ellos, las "dificultades para los titulares de los derechos", entendiendo como tal la necesidad de hablar antes con el infractor de esos derechos y, en caso de no respuesta satisfactoria, recurrir a la Comisión de Propiedad Intelectual. Para la SGAE, el paso de contactar con el infractor debería saltarse ya que induce un retraso en el proceso.
En contra de fijar precios
Entre los cambios propuestos en la Reforma de la Ley de Propiedad Intelectual existe un apartado dedicado exclusivamente a la regulación de las entidades de gestión de derechos, especificando sus obligaciones y creando un sistema de recaudación de ventanilla única. De esto último se encargará una entidad de carácter privado en la que deberán participar todas las entidades con la idea de unificar los pagos.
Si bien la SGAE considera "razonable que existan mecanismos de mediación y arbitraje que permitan la solución de controversias en el licenciamiento de los derechos", se muestran totalmente en contra de que se regulen las tarifas. De hecho, se quejan de que todas las entidades de gestión tengan que ponerse de acuerdo, independientemente de su naturaleza, y de que esto sea algo obligatorio y no voluntario con incentivos para sumarse a ello.
El que se fijen los precios también repercute, según la SGAE, en sus autores internacionales, que optarán por escoger otras entidades: "Debido al manifiesto interés de la ley por intervenir en los precios de las tarifas que los socios de SGAE fijan para el uso de sus obras, esos repertorios que contribuyen económicamente al sistema de gestión actual, optarán por otras entidades que les reporten mayores beneficios. Con la consiguiente pérdida de competitividad para nuestros autores y para el erario público que no se beneficiaría de la gestión".
De hecho, no es la única entidad de gestión que ha hecho declaraciones similares. La Asociación de Productores de Música de España aseguró la semana pasada que lo propuesto se trata de un "planteamiento intervencionista en derechos que son privados".
Pelea por la "copia privada"
Otro de los aspectos más importantes de esta Reforma de la Ley de Propiedad Intelectual es qué comprende el concepto de "copia privada". Con la Reforma, para que una copia sea considerada como tal (y, por tanto, autorizada) ésta tiene que ser hecha para "uso privado sin fin comercial en soportes físicos en CD y DVD, y grabaciones de radio y televisión". Es decir, si te bajas un archivo, no estás bajándote una "copia privada" como ocurría hasta ahora.
Y menos copias privadas significa menos compensación por copia privada, algo que no gusta en la SGAE, que ve cómo el conocido "canon" impuesto a la industria tecnológica da sus últimos coletazos. Pero aún van más allá: "Es especialmente llamativo y preocupante que la norma considere que no deben compensarse actividades tan cotidianas como grabar películas de la televisión."
En definitiva, la SGAE quiere más
Aunque no lo dice directamente, sí que a partir de sus quejas y cambios propuestos podemos llegar a la conclusión de que la SGAE quiere más. Quiere más control sobre el usuario que descarga, pero también quiere más libertad para gestionar como ellos quieren las tarifas y compensaciones.
En términos aún más radicales se expresaron hace unos días desde la Asociación para el Desarrollo de la Propiedad Intelectual (ADEPI), al asegurar que se trata de una propuesta tímida y que lo que habría que hacer es "actuar sin remilgos y bloquear páginas web". Por una razón o por otra, al final nadie salvo el Gobierno y la AEDE parecen estar conformes con la Reforma de la Ley de Propiedad Intelectual.
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