Desde hace muchos años, aunque parezcan menos por su explosión reciente con WhatsApp, otras aplicaciones de mensajería y redes sociales, los emojis son una parte relativamente fundamental de la forma de comunicarnos, e incluso moldean el lenguaje y las oraciones, que a veces se vuelven un poco jeroglíficas.
Por ello, al menos en Estados Unidos, según recoge The Verge, los simpáticos iconos son cada vez más importantes en casos judiciales. La cosa llega hasta el punto en que se están utilizando como pruebas de delitos y amenazas, de la misma forma en que el lenguaje natural. Esto presenta problemas que luego abordaremos, pero antes repasemos su crecimiento exponencial en juicios, en un gráfico elaborado Eric Goldman para la Universidad de Santa Clara, en California.
Como vemos, en una primera etapa, los emoticonos clásicos reinaban, pero desde hace cuatro años, el protagonismo en los juicios se lo llevan los emojis. Así, sin ser pruebas concluyentes, ya están presentes en más de un 30% de los casos judiciales (2018).
Los emojis, prueba en un juicio sobre prostitución
En un juicio celebrado en Estados Unidos, donde existe un hombre acusado de proxenetismo en un golpe a la prostitución, los fiscales pretenden demostrar que el individuo es culpable en base a unos mensajes enviados a una mujer que ejerce la prostitución. A la frase "El trabajo en equipo hace que el sueño funcione" le seguían un tacón y la bolsa con el símbolo del dólar** (👠💰).
El acusado se defiende argumentando solo era una forma de entablar una relación romántica con la mujer, y ahí es donde surge el problema. Si bien es cierto que incluso con el lenguje corriente también es muy difícil extraer conclusiones claras muchas veces de lo que los interlocutores desean expresar, pues existen dialectos, jergas y expresiones personales, con los emoji la cosa se complica bastante más. En este caso, según un experto, esos emojis significaban "ponte unos tacones altos para generar dinero".
Según Goldman, en muchos casos, los jueces omiten la lectura de los emojis, pese a que puedan ser muy relevantes. Se debe a falta de comprensión por parte de los implicados en la acusación, pero omitirlos puede dejar fuera partes muy importantes de la comprensión de una frase.
Al problema se une que, dependiendo de la plataforma con que se escriba y se reciba el mensaje, los emojis pueden tener representaciones gráficas distintas (con diferentes interpretaciones), más o menos agresivas o negativas. Un paso paradigmático y objeto de estudio es el caso de 😁 (antes con un diseño distinto), que según un estudio, en iOS se interpreta como negativo, de media, mientras que en la forma de Google, LG, Samsung o Microsoft resulta mucho más risueño. Y claro, dependiendo de en qué plataforma se haya tomado la captura de pantalla, la interpretación puede tener un sentido muy distinto.